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Las luces y sombras que adornarán la junta del Bci


Esta mañana el banco Bci dará cuenta a la junta de accionistas del año 2011. Un ejercicio que les dejó más de US$ 500 millones en utilidades netas y la tercera mayor rentabilidad del mercado. Ademas fue el único de los tres privados más grandes que mantuvo su rentabilidad en 2011 (21,4%) sobre capital, lo que no ocurrió con el Santander y el Chile. Y el único que frente a los dos subió sus utilidades (un 17,7%).

Sin embargo, al mismo tiempo, el año pasado dejó un sabor amargo. En la banca existe un antiguo dicho: quedarse con la chiflota. En jerga financiera, con los créditos malos. Al Bci le tocó por partida triple: es el mayor acreedor de La Polar y de Campanario y dueño de un 20% de las acreencias de Johnson’s. Todos, casos de alta exposición pública que vinieron a rayarle la pintura al tercer banco de la plaza, líder en transparencia, tecnología; el primero en contar con un banco virtual, T Banc, y en pagar su deuda subordinada al Banco Central.

La única institución financiera en Chile que permanece en manos de sus fundadores —la familia Yarur— debió asumir pérdidas en todas las negociaciones. De los US$ 120 millones que le debe La Polar, va a recuperar el 47%.

En Johnson’s, la compañía de Marcelo Calderón, apenas recibirá una sexta parte. De los US$ 308 millones que debe la compañía a un sindicato de bancos, al Bci le corresponde un 20%, es decir, US$ 61 millones. Y aunque la entrada de Cencosud a la propiedad de Johnson’s es una gran noticia en la negociación con la banca, Horst Paulmann, su dueño, acordó pagar solamente US$ 50 millones. El Bci tendrá que conformarse con US$ 10 millones.

En la quiebra de Campanario Generación, controlada por el fondo Southern Cross (88%) y Gasco (12%) el Bci es el mayor acreedor: otorgó US$ 120 millones para financiar la construcción de sus centrales generadoras, las que tiene como garantía.

Un mal año lo tiene cualquiera; pero caerse tres veces al hilo vaya que duele, aun con las buenas utilidades que tuvo.

Analistas indican que el malestar de algunos inversionistas es que en muchos de los casos problemáticos, el Bci tenía una participación como acreedor superior a su market share. Pero el énfasis en los últimos meses ha sido en corregir esta tendencia con cambios en algunos de los puestos claves del banco.

En la gerencia de riesgo, salió Horacio Eyzaguirre, quien llevaba largos años en el cargo siendo reemplazado por otro ejecutivo del banco. También se designó un nuevo gerente de planificación y control financiero.

Una fuente que mantiene contacto periódico con la administración del banco afirma que la entidad está mejorando sus sistemas de seguimiento: “entre 2008 y 2011 ha debido soportar cargos por provisiones por tener posiciones con problemas en tan elevadas proporciones. Esto le ha costado millones en provisiones, lo cual es pérdida para el accionista”.

Explicó que “se han hecho cambios en la originación de negocios y control por oposición de riesgos que conllevan esos créditos, esto significa que el directorio está preocupado de que no se sigan», y añadió que “hay una señal hacia adentro del banco de que debería ser más conservador en su práctica crediticia”

También han habido cambios ejecutivos más orientados a foguear un nueva generación que eventualmente asumirá el control del banco.

En la gerencia de banca comercial salió Mario Gomez, quien ingresó al directorio, y asumió Ignacio Yarur, hijo de Lionel y el más probable sucesor en el mediano largo plazo. También dejó su cargo un gerente de la misma area que reportaba a Gomez.

Respecto de la posible salida del gerente general, Lionel Olavarría y llegada de Ignacio Yarur, el rumor se comenta en la plaza, pero el banco lo niega.

En cualquier caso, cercanos al banco dicen que hay detalles que sugieren que se viene el cambio. Por ejemplo, Ignacio Yarur ha estado participando en actividades en representación del banco en regiones, cumbres y seminarios. El año pasado, en la cumbre Capital, acudió junto a Olavarría, pero él hizo la presentación corporativa y Olavarría se limitó a responder preguntas más en detalle.

Abraham Martinez, analista senior de Fitchratings, señala en su informe del pasado 27 de marzo a propósito de una colocación de bonos del banco en México, que el banco sólo distribuye alrededor de un 30% de las ganancias, lo que lo ha convertido en un banco bien capitalizado.

Martinez recuerda que en 2011 el banco debió hacer fuertes provisiones para cubrir el deterioro de cartera en el caso de empresas con dificultades. Una clara referencia a La Polar, Campanario y Johnson´s.

La junta también votará el reemplazo de PwC como auditora por Deloitte. Ultimamente, Price Waterhouse está sufriendo perdida de clientes por su rol en el escándalo de La Polar.

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