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Vuelven las dudas acerca del liderazgo europeo y su capacidad de solucionar la crisis


Vuelven las incertidumbres acerca de Europa a los mercados.

Este fin de semana, la reunión entre la Canciller alemana Angela Merkel y el Presidente de Francia, Francoise Hollande, volvió a desnudar que aún existen profundas diferencias acerca de la solución a la crisis.

El debate fue acerca de cuándo introducir la supervisión bancaria. A eso se suma el debate de si se le permitirá a Grecia cambiar los términos de su rescate y la falta de claridad acerca de la forma en que España e Italia solicitarán ayuda.

Este mes los mercados alrededor del mundo se han disparado luego que el Banco Central Europeo anunciara su plan de rescate y compromiso a comprar deuda soberana para aliviar la presión sobre España e Italia. Sin embargo, la polémica acerca de la unión bancaria vuelve a oscurecer el panorama.

El fin de semana, Merkel y Hollande invocaron la amistad entre los dos países para hacer frente a la situación actual, marcada por la crisis de la eurozona y la discusión sobre fórmulas para superarla.

Ambos se reunieron en la ciudad Ludwigsburg (suroeste de Alemania), la misma en la que, en septiembre de 1962, el entonces Presidente francés, el general Charles De Gaulle, pronunció un discurso en el que llamó a la reconciliación y aseguró que el futuro de Europa estaba en manos de la juventud de los dos países.

Hollande definió la relación entre Francia y Alemania como la de un «viejo matrimonio», por lo que es normal que a veces haya diferencias, pero se mostró convencido de que, como lo quiso De Gaulle, la relación entre los dos países siga siendo la piedra angular sobre la que se construya Europa.

«Ahora Europa no tiene guerras, eso lo hemos dejado atrás, pero tenemos otros retos. La respuesta a esos retos es más Europa. Europa derrotará a la crisis», afirmó Hollande.

«Hay que introducir la supervisión bancaria, hay que estabilizar la eurozona y hay que crear una nueva gobernabilidad para Europa. Es el momento de profundizar nuestras relaciones para que Europa tenga instituciones que respondan a los retos actuales», agregó el presidente francés.

Posteriormente, en una rueda de prensa tras un almuerzo de trabajo, Merkel aseguró que las diferencias entre Francia y Alemania respecto a los planes para crear una unión bancaria en Europa no son tan grandes.

«En ese puntos no estamos tan lejos el uno del otro», declaró Merkel.

Merkel advirtió también de que no tiene sentido «hacer rápidamente algo que luego no funcione».

Para Merkel, la creación de una supervisión bancaria europea es una condición para que los bancos con problemas puedan recibir directamente ayuda de los fondos de rescate.

El presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz, en una entrevista publicada hoy en Alemania, sostiene que considera irreal el calendario previsto para la puesta en marcha del organismo de supervisión bancaria y cree imposible que esta se produzca al iniciarse 2013.

Schulz estima que las normativas para el funcionamiento de dicho organismo no se aprobarán hasta comenzado el año próximo, ya que el Parlamento europeo necesitará al menos seis meses para su tramitación.

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