Este lunes y martes serán claves para el futuro de La Polar. A las 24 horas del martes 2 de octubre próximo se sabrá si estarán los recursos para que la compañía pueda invertir y pagar las compensaciones a los clientes estafados durante la administración de Pablo Alcalde.
En la previa de este proceso la multitienda ha desplegado una masiva campaña publicitaria en los diarios, apelando a la transparencia de la nueva compañía.
“Tenemos un equipo de verdad, de excelencia que da la cara y no cuenta cuentos”, cita una de las publicaciones. En otra publicidad aluden a la “antigua” administración, como responsable de las estafas a los clientes.
Al parecer, la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) quiso potenciar aun más esa imagen de transparencia a fines de julio de este año, cuando, como parte de proceso de inscripción del aumento de capital que se realizará la próxima semana, le pidió información clave de los accionistas de la empresa.
El 30 de julio, a través de un oficio hecho público en las carpetas que mantiene la SVS disponibles para consulta, la entidad que dirige Fernando Coloma le pidió a La Polar que informara la lista de los 10 mayores accionistas de la compañía.
En el ítem Distribución de la Propiedad de prospecto del aumento de capital la SVS señala que la compañía:
“Deberá indicar a qué fecha es la información presentada, así como también, en forma complementaria, individualizar a los 10 mayores accionistas. En caso que entre los 10 mayores accionistas se encuentren intermediarios de valores, deberá separar el porcentaje que poseen por cuenta propia o por terceros y en el caso de la propiedad de terceros individualizar a los accionistas más relevantes”.
Como es sabido, a excepción de Álvaro Saieh, que ha declarado tener un 10% de la compañía, no se sabe quién más tiene acciones de la multitienda, con excepción de AFP Habitat con el 7 % de la propiedad y Aldo Motta, el gerente general de Pampa Calichera, Norte Grande y Oro Blanco, sociedades cascada de Julio Ponce Lerou, el dueño de SQM. Se estima que Motta tiene un 4 % y que sus acciones están en la custodia de Banchile Inversiones.
Del resto no se sabe casi nada. Y la SVS pareció querer ahondar en dichos antecedentes. Le dijo a la firma presidida por César Barros que si entre los accionistas había intermediarios de valores (típicamente corredoras, fondos de inversión o bancos), revelara cuánto de las acciones que tiene cada uno es cartera propia (inversión con patrimonio de la misma intermediaria) y cuánto por cuenta de terceros.
Y en este último caso, que señalara quiénes son los accionistas mayoritarios.
La solicitud parecía reveladora pues hasta ahora, el 75 % de las acciones de la multitienda están en manos de corredoras, bancos o fondos que representan a acciones cuyos nombres no se conocen.
Banchile tiene un 20,85 % de la propiedad, Celfin tiene otro 7,39 %, Larraín Vial 5,94 %, EuroAmerica un 5,09 %, Corpvida y Corp Seguros un 10 % en conjunto y Santander un 7,17 %. La lista es larga, e incluye a Security, Moneda, BCI, Itaú, Banco de Chile, Consorcio, Penta, entre otros. En total, más del 80 % de la propiedad está en manos de entidades que mayoritariamente representan a terceros, respecto de los cuales no se tiene información.
La Polar respondió a mediados de agosto a la SVS, como parte de una larga lista de precisiones que le había pedido la autoridad y que forman parte normal de estos procesos. Sin embargo, en la consulta particular de los accionistas, La Polar fue clara: informa la lista de 50 accionistas principales, pero no sabe qué es cartera propia y qué es cartera a nombre de terceros.
Las corredoras que tienen acciones de inversionistas privados en La Polar consideraron fuera de lo común esta solicitud de la SVS, en particular que se la hiciera a La Polar y no a las corredoras o bancos directamente.
Además, dado que el prospecto del aumento de capital se iba a hacer público, como efectivamente ocurrió, mostraron preocupación en caso de que la SVS les pidiera los datos y luego los hiciera públicos, algo que creen sería ilegal.
Abogados del sector argumentan que la SVS tiene facultades para pedir la información, pero no para divulgarlas.
Con todo, no ocurrió ni lo uno ni lo otro. Ha pasado más de un mes desde entonces y Coloma no dio más luces sobre el tema. Corredoras involucradas indicaron que no han sido oficiadas por la autoridad para revelar la información que le pidió a La Polar.
Este medio consultó reiteradamente a la SVS si insistiría al respecto, pero no hubo respuesta clara al respecto. Los rumores apuntan a que con la respuesta de Barros, la SVS quedó conforme. Algo que aparece llamativo dado que sigue existiendo desconocimiento sobre la real identidad de los accionistas.
Como la ley solamente obliga a hacer público el nombre de accionistas cuando tengan más de un 10 % de la propiedad de una empresa, al parecer se respetaría la norma.
No obstante, en el mercado comentan que es curioso que el superintendente haya abierto una puerta para obtener información y luego retroceda sin tomar medidas para actuar. Otros señalan que posiblemente en la SVS sus técnicos se equivocaron al requerir esa información y se dieron cuenta cuando La Polar respondió, ya que podía ser una medida ilegal.
“Si me obligan a publicar el nombre de mis clientes con acciones en La Polar, ellos no van a volver a querer contratarme”, critica un ejecutivo de una corredora con presencia en la empresa.
Lo claro es que quienes acudan a invertir o estén pensando invertir en el aumento de capital, simplemente, no podrán saber quiénes son los dueños de la multitienda. Algo que, por lo demás, no es novedad en La Polar, pues desde que Southern Cross dejó la propiedad hace cinco años, la propiedad siempre estuvo diluida.
De hecho, según ha dicho ex titular de la SVS Alejandro Ferreiro, la dispersión de la propiedad pudiera permitir que los ejecutivos de la compañía actúen con demasiada libertad, como ocurrió en el escándalo de esta compañía.
Y si no llega un socio controlador a La Polar, la compañía seguirá siendo propiedad de nadie, o de muchos. La SVS al parecer, quedó conforme con eso.
