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Decisión de S&P de elevar deuda chilena al nivel más alto de su historia abre las puertas a la inversión de una nueva clase de fondos, pero es mala noticia para el peso

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Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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No fue una gran sorpresa pero igual fue recibida como un buen regalo de navidad. Hablamos de la decisión de Standard & Poor’s de elevar la calificación de deuda Chilena a su nivel más alto de su historia.

La agencia elevó la nota de «A+ hasta AA-«, el cuarto nivel más alto y similar al de Japón, China y la República Checa en la posición 23 a nivel mundial . La calificación de deuda a largo plazo en pesos la subió de AA hasta AA+.

En Hacienda aplaudieron y sacaron pecho: “Esto es motivo de gran orgullo para los chilenos, porque es un respaldo internacional al manejo económico y a la política fiscal que hemos desarrollado en nuestro país”, destacó el ministro Felipe Larraín en un comunicado.

S&P explicó que su decisión de elevar la nota se basa en la capacidad que ha tenido la economía chilena para seguir fortaleciéndose, a pesar de la crisis internacional.

«La capacidad de adaptarse de la economía chilena se continúa fortaleciendo, mejorando así la capacidad del gobierno de implementar políticas contracíclicas frente a un eventual deterioro de la situación externa». También destacó que el Ejecutivo pudo implementar una reforma tributaria para financiar los mayores gastos en educación sin socavar la estructura fiscal del estado.

S&P destacó «el alto crecimiento de los últimos años, que ha permitido más que duplicar el ingreso per cápita de 2005», además de la acumulación de activos de los últimos años, que se han traducido en bajos niveles de deuda neta.

Chile era ya la economía de la región con la más alta calificación y la decisión de S&P la pone al nivel en que la tenía la calificadora Moody’s. Fitch le pone a Chile una nota un peldaño por debajo de A+.

La decisión de S&P abre las puertas para que un nuevo tipo de fondos pueda invertir en renta fija chilena, ya que hay toda una clase de fondos de inversión que solamente pueden invertir en renta fija que tenga calificación «AA-«. Al mismo tiempo, tener ese rating le da la oportunidad a empresas chilenas de financiarse a costos mucho más atractivos.

Jorge Selaive, economista jefe del BCI, dijo que el mercado tenía internalizada la decisión de la agencia desde octubre. Ese mes Chile emitió un bono por US$ 750 millones a diez años a una tasa de 2,379 %, esto es 55 puntos base por sobre los bonos del Tesoro de los EE.UU y la más baja de su historia.

En el comunicado de Hacienda, el ministro lo destacó. «Tanto el spread como la tasa lograda son las más bajas que un país emergente haya obtenido nunca en su historia. A su vez, la prima de 55 puntos base es incluso más baja que soberanos con clasificación de riesgo AA y AAA. A modo de ejemplo, esta prima está por debajo de la que obtiene el fondo soberano de Singapur (Temasek, AAA-) y similar a los del North American Development Bank (AAA)».

Selaive afirma que la medida hace que las tasas de interés locales para papeles del Banco Central (BCP y BCU) sean muy atractivas para inversionistas extranjeros. En una nota para sus clientes de hace un mes, el economista del BCI reieró que su estimación es que el positivo crecimiento local justifica tasas en niveles de 5,75 % de BCP-10, pero advierte esto tendrá un costo ya que será un nuevo factor que dará fortaleza al peso.

S&P explica que darle una perspectiva de «estable» a la economía es una forma de balancear los desafíos que el país tendrá que enfrentar frente a nuevas demandas para aumentar el gasto en educación y otros programas sociales dentro de las reglas fiscales.

Hacienda destacó que durante las visitas de las calificadoras les hizo ver que «el nivel de endeudamiento de la República de Chile es bajo (11,6 % del PIB y con una posición acreedora neta —más activos que pasivos— de 8,2 % del PIB)», y que también «hay elementos estructurales para sostener que ese nivel es y será siempre bajo. La razón está en la existencia de la política fiscal chilena anclada en una regla fiscal estructural establecida por ley y que tiene apoyo transversal».

En el comunicado asimismo se resaltó que, «pese a que Chile es un país de ingreso medio, su capacidad relativa de pago es muy superior a la de la mayoría de los países del mundo».

El costo de asegurarse frente a un no pago del gobierno chileno es de 64 puntos bases y ayer no tuvo reacción a la decisión de S&P.

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