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Las protestas en Brasil profundizan la caída de los bonos locales por el salto del IPC


El aumento de 9 centavos de dólar en las tarifas de autobús en Sao Paulo simboliza todo lo que marcha mal en la mayor economía de América Latina, tanto para los manifestantes como para los tenedores de bonos.

Unas 215.000 personas marcharon en once ciudades de todo Brasil el 17 de junio en una de las mayores manifestaciones desde que terminó la dictadura del país en 1985, en tanto una concentración para protestar por el aumento de 20 centavos en las tarifas de transporte dispuesto hace dos semanas provocó manifestaciones contra cuestiones de todo tipo, desde el aumento de los precios a la corrupción y el gasto excesivo. La agitación profundizó la caída de los bonos locales de Brasil, que bajaron 7,4 por ciento en dólares en el último mes en tanto se desplomó el real y el banco central elevó las tasas de interés.

Después de una década en que el país obtuvo su primer grado de inversión y sacó a 40 millones de habitantes de la pobreza, los brasileños protestan contra las políticas de la presidente Dilma Rousseff y el ministro de Hacienda Guido Mantega, que han hecho subir la inflación y aumentaron la deuda pero no lograron reactivar una economía que se ve perjudicada por el crecimiento más lento en una década. La solvencia de Brasil sobre la base de las permutas se está deteriorando al ritmo más veloz de los grandes mercados emergentes a la vez que este mes Standard Poor’s rebajó la perspectiva de su calificación, haciendo referencia a la atonía de la economía y la pérdida de credibilidad ante los inversores.

“La combinación de las protestas sociales con la crisis de confianza del mercado es una mezcla potente”, dijo telefónicamente desde Washington Christopher Garman, director de América Latina en la consultora Eurasia Group con sede en Nueva York. “La única carta seria que tiene ella es cambiar el equipo económico”.

Aumento de las protestas

La caída de 7,4 por ciento de los bonos brasileños locales en dólares en el último mes supera la baja de 4,5 por ciento de la deuda local de mercados emergentes, según los índices de Bank of America. Los rendimientos de los bonos brasileños locales a diez años en el último mes treparon 1,28 puntos porcentuales, a 11,16 por ciento, el nivel más alto en un año.

El Ministerio de Hacienda no accedió a formular comentarios sobre las protestas y la perspectiva de un cambio de gabinete que incluiría el reemplazo de Mantega.

Las tarifas de autobús, que se ajustan anualmente, aumentaron 7 por ciento, a 3,2 reales (US$ 1,50) el 1º de junio en Sao Paulo, Río de Janeiro y otras ciudades, disparando un febril activismo online que más tarde se volcó a las calles.

Continuando una ola de manifestaciones desatada por el aumento del pasaje de autobús, los manifestantes el 17 de junio realizaron la mayor marcha en dos décadas, deteniendo el tránsito en Sao Paulo, atacando la legislatura del estado en Río de Janeiro y trepándose al techo del Congreso en Brasilia.

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