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Aumentan dudas del mercado acerca del grupo Saieh y empresa negocia crédito puente

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Los problemas de SMU hacen crecer las dudas del mercado acerca del grupo Saih.

La revelación del viernes por la noche que error contable de SMU se duplicó a US$ 150 millones encendió alarmas y ayer eso se reflejó en los bonos de SMU y Corpgroup banking.

Los bonos en dólares de SMU cayeron por sexto día consecutivo y la tasa tocó un nivel récord. De acuerdo a datos del terminal Bloomberg, el bono con fecha de vencimiento al 2020 cayó 2,7% a 68.23 centavos por dólar y la tasa subió 19 puntos base a 15.78%.

El bono Corpgroup Banking al 2023 cayó 1.6% a 86.79 centavos por dólar y la tasa subió 25 puntos base a 8.83% (también un récord).

El mercado ayer también castigó a Corpbanca. Según información proporcionada por LVA Índices, el lunes se transaron instrumentos de depósitos a plazo de CorpBanca por unos 4 mil millones de pesos. La cifra representa casi diez veces menos de los niveles transados en días pasados. Según el gerente de investigación de LVA Índices, José Vaisman, la semana pasada los montos fluctuaron entre $ 50 y 60 mil millones diarios.

El banco de Alvaro Saieh además esta pagando por encima del mercado para captar dinero. Mientras CorpBanca ofrece 0,55% la media del mercado paga 0,45%.

Según Vaisman la fuerte caída en los montos transados es una evidencia de que existente desconfianza para seguir apostando al banco.

"Hay dudas sobre lo que puede pasar con CorpBanca, influido por lo que que con el grupo en especial SMU. Al menos es una vigilia", explicó.

El jefe de la mesa de dinero de uno de los bancos más grandes de la plaza dijo que otra señal de la desconfianza del mercado es que otras instituciones le están prestando plata cada vez a plazos más cortos. "Hace un par de semanas los plazos eran 4 meses y ahora son 15 días", explica.

La misma fuente dice que Saieh no ha sido lo suficientemente transparente y aun no hay nada concreto acerca de como pretende sacar de la crisis a SMU y están perdiendo confianza. "A pesar de que el banco es un negocio separado de SMU y rentable, el mercado los ve relacionados y preocupa". Y tal como algunos analistas advirtieron, los estados financieros del primer trimestre de SMU siguen sin estar del todo claro.

El Superintendente de Valores, Fernando Coloma, dijo ayer que casos como el de SMU pueden dañar el mercado nacional. De acuerdo a Radio Bio Bio, Coloma no quiso referirse específicamente a SMU y habló en términos generales.

Cabe recordar que también el viernes S&P recortó la nota a CorpBanca y CorpGroup, las unidades claves del imperio financiero de Saieh. La agencia clasificadora rebajó la nota a los bonos Corpbanca, Inversiones CorpGroup y a CorpGroup Banking. Ejecutivos del banco hablaron con inversionistas y dieron detalles de su exposición a SMU, la que afectaría en un 3% sus utilidades.

Ayer por la tarde SMU apareció con otra sorpresa: SMU informó a la SVS que el mercado va a tener que esperar para tener los resultados financieros del primer trimestre por que hay más problemas en sus balances. En un hecho esencial reveló que está revisando "otras partidas" de sus estados financieros de ese periodo y que aún no reenviaría los estados correspondientes al primer trimestre corregidos como había indicado el pasado 14 de agosto. Eso significa que tampoco se publicará la FECU por el momento.

"Con respecto al reenvío de los estados financieros corregidos, el directorio solicitó a la administración ampliar la revisión a otras partidas de sus estados financieros, trabajo que no ha terminado, por cuanto se ha concentrado en finalizar el correcto registro de los contratos de arrendamiento. Para estos efectos, la administración trabajará en conjunto con sus auditores externos", indicó SMU en el hecho esencial.
 
Holding retail de Alvaro Saieh también podría verse obligado a corregir balance de 2012.

Pero Saieh no dejó de sorprender en la jornada de ayer. Seis horas después de revelar que estaban revisando nuevas partidas del estado financiero y que éste no será presentado en los plazos que se comprometió, pasadas las 23 horas SMU envió un nuevo hecho esencial a la SVS, detallando el impacto financiero de las correcciones hechas el 23 de agosto y de paso, dando cuenta de la aparente incertidumbre que hay en la empresa sobre sus reales cifras. Por un lado, la firma puso sobre la mesa cambios en el ítem de Ebitda que aparecen como beneficiosas.

Dijo que con el aumento al doble de los errores contables informados el 23 de agosto pasado, el Ebitda en doce meses móvil al 31 de marzo de 2013 cayó en $ 3.904 millones desde los $ 98.704 millones informados originalmente a $ 94.800 millones. Esto parece mejor que la caída de $ 4.387 millones que había informado el 11 de julio pasado cuando dijo que tras la revisión constataron que el Ebitda había bajado de $ 98.704 millones a $ 94.317 millones. Pero otros números que informó al acercarse la medianoche de ayer inclinan la balanza en sentido contrario.

SMU informó que tras la revisión que llevó al doble la estimación de errores en la contabilización de los contratos de arrendamiento, verificaron que el gasto financiero (pago de deuda) subió en los doce meses móviles terminados al 31 de marzo de 2013 en $ 5.915,6 millones de $ 64.907 millones a $ 70.822 millones.

El alza, esta vez, resulta ser del doble de lo que había informado el 11 de julio, cuando dijo que los gastos financieros habían subido $ 2.253 millones a $ 67.160 millones. Este nuevo cambio en las cifras afectó también los covenants que ya había reconocido el 11 de julio que violó. SMU reconoció en la noche de ayer que el nivel de endeudamiento financiero neto ahora es de 1,42 veces, pese a que los contratos exigen que no supere las 1,3 veces.

El 11 de julio pasado el indicador informado era de 1,35 veces. El 30 de mayo, SMU había informado en su Fecu al primer trimestre que la deuda financiera neta sobre patrimonio era igual a 0,78 veces. Y anoche también informó que el nivel de cobertura de gastos financieros netos sería de 1,34 veces, pese a que los contratos con los bonistas exigen que sea de más de 1,5 veces. El 11 de julio, el retailer de Saieh había dicho que la cifra correcta era de 1,4 veces y cuando publicó sus estados financieros el 30 de mayo dijo que era de 1,52 veces.

Pero esto no fue todo. En el hecho esencial nocturno, la empresa reveló que las partidas de gastos que el directorio pidió revisar en la forma en que han estado siendo reflejadas en los estados financieros, bordean los $ 5.000 millones y que corresponden sólo al año 2013.

Este trabajo, estima la supermercadista, concluirá en dos semanas más. Además, SMU adelantó que su nueva política contable adoptada en el directorio del 7 de agosto pasado -de separar el valor del terreno del valor de las construcciones- se aplicará a los estados financieros de junio de 2013, siempre y cuando la empresa disponga de las tasaciones del 100% de los inmuebles arrendados. Si ello no ocurre, se aplicará recién en la Fecu al tercer trimestre de 2013. Hoy es el plazo para que SMU explique a los bancos cómo solucionara los problemas de los covenants.

Ademas, las actas del la junta extraordinaria de accionistas de principios de mes revelan que Saieh busca un crédito puente cuyo pago se ejecutaría una vez que se haga la apertura en bolsa. Para eso necesita un waiver de los tenedores de bonos, algo que probablemente pida en la reunión con los bonistas, que son representados por BICE.

Una fuente cercana al directorio de SMU dice que el anuncio de ayer de se están revisando "otras partidas" está relacionado con los que el abogado Fernando Barros dijo en su carta de renuncia al directorio en la que manifestó la necesidad de introducir las correcciones que sean necesarias a la información financiera que la empresa ha presentado, "incluyendo, particularmente, el reconocimiento de gastos y el impacto que ellos han tenido en los resultados del primer trimestre y que sólo se reconocieron en meses posteriores".

En la carta Barros también dijo que la crisis de SMU exige "una completa revisión de las operaciones que ésta ha venido celebrando con personas relacionadas. Y ello, no solo en los aspectos formales de obtener siempre la aprobación previa del directorio, sino que también en sus términos sustantivos. En tal sentido, la públicamente anunciada apertura en Bolsa requiere adoptar las medidas necesarias, para dar estricto cumplimiento a las formalidades legales aplicables a las operaciones con partes relacionadas, poniendo éstas oportunamente en conocimiento de los órganos corporativos competentes, para su análisis y aprobación".

Barros dijo que "no se dan las condiciones para que el directorio apruebe o ratifique las operaciones relacionadas presentadas al Comité de Gobierno Corporativo en sus sesiones de 27 de mayo y de 1 de agosto de 2013, las que -en mi opinión- no se ajustan a condiciones de mercado y deben ser objeto de un profundo análisis de sus términos y de la verdadera utilidad de los servicios contratados en algunos casos".

En la reunión de hoy con los tenedores de bonos, que serán representados por el banco BICE, se anticipa que SMU pedirá una nueva prorroga y los bonitas pedirán más información. Específicamente, los bonitas quieren saber cuándo el controlador pondrá la plata y como cobrar el peaje por la violación de los covenants.

Un fuente que conoce los detalles dice que los bonitas tienen pocas opciones por el momento y probablemente le darán flexibilidad a Saieh para que solucione sus problemas de liquidez y encuentra la fórmula para sacar a SMU de su crisis.

El plan de Saieh es reacaudar US$ 600 millones en el aumento de capital y cerca de US$ 400 con la venta de Construmart y sus activos en Perú (además de reducir inversiones en US$ 150 millones). Sin embargo, las dudas apuntas a los plazos, ya que SMU espera que el aumento de capital se concrete en enero de 2014, un plazo demasiado extenso dada la estrechez de caja de la empresa. El próximo 13 de septiembre, además, vence el primer plazo puesto por los bancos (acreedores de créditos) para solucionar el incumplimiento de las clasificaciones de deuda por parte de las agencias, que han ido reduciendo paulatinamente la nota de sus bonos a niveles de deuda basura.

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