Publicidad

Las contradicciones en el cambio de normativa de la SBIF que apunta a las triangulaciones entre CorpBanca y SMU

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
Ver Más


A casi dos meses de que se conocieran las triangulaciones que utilizó Álvaro Saieh para inyectar recursos a través de su banco a SMU, y pese a que la propia autoridad defendió la legalidad de las operaciones cuestionadas, el viernes la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) le dio un golpe letal a ese tipo de operaciones.

La entidad que dirige Raphael Bergoeing puso en consulta una circular que complementa las normas sobre deudores relacionados a entidades bancarias. Ésta podrá recibir comentarios hasta el próximo 11 de octubre y su entrada en vigencia será inmediata.

Los cambios están focalizados en hacer más específica y estricta la definición de personas naturales o jurídicas como relacionadas a un banco, a partir de lo cual se limita la entrega de crédito por parte de un banco a sociedades o personas vinculas a los dueños del banco.

Según explica la SBIF, se aplicará presunción de relación de propiedad cuando haya entidades sobre las cuales no se tenga información de sus aportantes y cuando se trate de un patrimonio de afectación o de otra entidad cualquiera, receptora de créditos del banco, en que no sea posible verificar la identidad de sus partícipes o aportantes que en conjunto sean propietarios de cuotas o acciones representativas de un 10 % o más del capital.

La medida, sostienen fuentes de mercado, afecta de manera clara a los Fondos de Inversión Privado (FIP), cuyos aportantes no son de acceso público.

Aplicado al caso de SMU, la medida significaría que el FIP Synergia, creado por Celfin y con el apoyo de CorpBanca en 2010, sería un relacionado de CorpBanca dado que no se conocen sus aportantes. Synergia aportó US$ 150 millones a SMU en un aumento de capital en ese año, luego de recibir un préstamo de US$ 115 millones del mismo banco de Saieh.

Pero la normativa habla incluso más directo.

Precisa la definición de entidades relacionadas por “gestión”. La SBIF define la gestión en función de los principales activos generadores de flujos del deudor (flujos relacionados a alguna entidad perteneciente a un grupo empresarial vinculado al banco).

“En la norma en consulta se establece dicha presunción cuando los fondos provenientes de los créditos del deudor se destinen a financiar, directa o indirectamente, a una persona natural o jurídica relacionada con el banco acreedor, mediante aportes de capital, suscripción de cuotas de participación, otorgamiento de créditos o de cualquiera otra forma de beneficio económico”, indica la SBIF.

Esto último no es más que un rayado de cancha que cuando entre en vigencia hará casi imposible que no se considere relacionado un FIP como Synergia, que según CorpBanca no tiene aportantes relacionados a Saieh ni el banco, como ocurrió hasta ahora.

El vínculo entre Synergia, CorpBanca y SMU era tal que, en la mayor parte de las juntas de accionistas de los últimos dos años, Synergia ni siquiera era representado por ejecutivos de Celfin. Lo hacía la propia presidente de SMU, ejecutiva ligada a Saieh, Pilar Dañobeitía.

Aun más, en el prospecto presentado a los inversionistas que entraron a Synergia en febrero de 2010, se explicaba el timing de la inversión, el que incluía que el vencimiento del fondo sería posterior a la apertura en bolsa de SMU. Y la apertura en bolsa traía aparejado el derecho de los accionistas de SMU (liderados por Saieh) para comprarle la participación a los aportantes del FIP y el derecho de éstos de vendérsela, con lo cual finalmente la deuda con CorpBanca no la pagarían los aportantes de Synergia sino los dueños de SMU (Saieh).

Pese a todo, la SBIF nunca calificó como relacionada la operación. La propia entidad explicó a este medio que no hay un documento concreto que respalde dicha evaluación, que tampoco dicho crédito fue analizado por la superintendencia antes de concederse y que su análisis fue parte del normal proceso de revisión de la cartera de créditos de los bancos.

La entidad fiscalizadora reconoció en su momento que el caso era interpretable, aunque defendió el proceder de las autoridades a cargo de la entidad en 2010. Las dudas han pesado sobre la evaluación que se hizo en aquel tiempo pues el crédito fue otorgado el 8 de marzo de 2010 y hasta el 11 de marzo de ese año el titular de la superintendencia era Gustavo Arriagada, quien desde septiembre de ese año (poco menos de siete meses después) pasó a ser director de CorpBanca (elegido con votos de Saieh) y luego presidente del comité de auditoría del banco, con un sueldo anual de casi $ 100 millones.

Por su parte, Bergoeing concedió una entrevista a La Segunda el 1 de agosto pasado, donde defendió la solidez financiera del banco y particularmente, aseverando que el crédito a Synergia no era relacionado, al indicar que las cifras de CorpBanca revelaban que sólo tenía una exposición de 2,5 % de su patrimonio efectivo a SMU.

Ahora, sin decirlo, la SBIF corrige el rumbo y establece que créditos como ese en el futuro deberán ser calificados de relacionados.

Esto implica que un banco, en este caso CorpBanca, deberá incluir este tipo de operaciones en dicha calificación de relacionada que tiene un límite de 5 % del patrimonio efectivo. Esto significa que, de aplicarse la nueva normativa, el crédito a Synergia provocaría que CorpBanca supere dicho límite.

Según explicó el 19 de julio pasado el gerente general de CorpBanca, Fernando Massú, los créditos otorgados a personas o empresas relacionadas y no relacionadas al controlador del banco y que han sido destinados a comprar acciones de SMU se dividen en tres grupos.

El primero, que es deuda directa del banco con entidades relacionadas (Rendic Hermanos, SMU y Construmart) por US$ 41,5 millones y que representa un 1,2 % del patrimonio efectivo de banco y el 0,2 % de las colocaciones de banco.

El segundo incluye créditos a Fondos de Inversión (en particular Synergia) por US$ 136,5 millones (en junio de 2012 se refinanció subiendo de US$ 115 millones a US$ 125 millones), que representa un 4 % del patrimonio efectivo de banco y un 0,6% de las colocaciones del banco.

En ese momento, Massú dijo que dicho fue directo a un fondo cuyos inversionistas aportantes no están relacionados a CorpBanca ni sus dueños, y además, fue informado a la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) “desde su originación” y la autoridad lo reconoció como no relacionado.

El tercer grupo, señaló Massú, son créditos a terceros no relacionados a CorpBanca, con patrimonio y flujos propios, por US$ 88,8 millones, representando un 2,6 % del patrimonio efectivo de banco y un 0,4 % de sus colocaciones.

En total, los tres grupos de financiamiento totalizan US$ 266,8 millones y representan un 7,8 % de patrimonio del banco y un 1,2 % de las colocaciones de la entidad financiera.

El 3 de septiembre pasado Massú admitió en La Segunda que había reducido en $ 5.000 millones los créditos del primer grupo y anunció que la administración tenía, desde agosto, la orden de reducir en US$ 100 millones su exposición a SMU. No dio detalles de cuáles serían esas disminuciones de créditos.

La nueva normativa, en todo caso, no implicaría necesariamente que CorpBanca supere el límite de créditos a relacionados, ya que si tienen ciertas garantías puede llegar incluso al 20 % de patrimonio efectivo de un banco.

Según el contrato que firmó CorpBanca y Synergia en marzo de 2010, Synergia se ve obligaba a constituir a favor del banco dos tipos de garantías: por un lado, prenda sobre 22,8 millones de acciones de SMU, equivalentes al total de las acciones adquiridas por el FIP, y depósitos a plazo endosados en garantía a favor de CorpBanca por $ 3.979 millones de pesos, los que se irían liberando a medida que se pagaran intereses o los créditos otorgados. Sin embargo, en junio de 2012 el crédito fue refinanciado.

Además, las acciones, de acuerdo a lo revelado en la junta de accionistas del 8 de agosto de 2013, podrían tener un valor menor al conocido hasta ahora, dado que en la propuesta de aumento de capital de US$ 600 millones que se aprobó ese día, se planteó emitir tal número de acciones que, según hizo ver en ese momento Southern Cross, el valor de la acción bajaba a $ 91 pese a que el aumento de capital de abril pasado se había hecho a un precio de $ 354.

Publicidad

Tendencias