La economía chilena, en pleno proceso de desaceleración, podría recibir un estímulo inesperado: una fuerte expansión del gasto fiscal.
Un estudio de BBVA Chile dice que el gasto público podría tener su mayor expansión desde 2010, año en que el gobierno de Sebastián Piñera se vio enfrentado con el costo de la reconstrucción luego del terremoto.
El informe estima que el gasto se encamina a crecer 6% este año, muy por encima del crecimiento del PIB y probablemente el nuevo gobierno decida no cumplir con la meta de déficit estructural de 1% hasta el fin de su mandato.
"Quizás la acalorada discusión presupuestaria de la Ley de Presupuesto dejó el sabor de acotado espacio para expandir el gasto, pero aquello no se condice con la información disponible a la fecha", dice el informe. Explica que una combinación de una "importante subejecución del Presupuesto en 2013 e impacto positivo de un mayor tipo de cambio en ingresos estructurales generarán espacios para que el gasto público crezca marcadamente por sobre el crecimiento del PIB en 2014".
El informe dice que a eso hay que sumarle el espacio adicional que puede generarse dependiendo de la temporalidad con que el Gobierno entrante proponga llegar a balance estructural hacia el 2018, si no hay "ni posibles cambios metodológicos al cálculo de los ingresos estructurales".
BBVA dice que en lugar del escenario de la Ley de Presupuestos, "los ingresos fiscales efectivos serían menores". Pero estima que la reciente depreciación del peso "contrarrestará significativamente el negativo impacto de la menor expansión. Los recursos que el Fisco recibe en dólares, principalmente traspasos provenientes de empresas mineras privadas y Codelco se verán incrementados de manera importante". Calcula que los ingresos efectivos del gobierno en 2014 serían menores a los presupuestados en tan sólo 0,1% del PIB y que el mayor tipo de cambio promedio esperado para 2014 "incrementará a lo menos –a la fecha– los ingresos fiscales en cerca de US$600 millones".
El estudio estima que los ingresos estructurales este año serán mayores a los presupuestados en un monto equivalente a 0,2% del PIB. "Dada la meta de déficit estructural de 1% del PIB, estos mayores ingresos estructurales generan mayores espacios para el gasto público", y agrega que "existe la posibilidad de que el próximo gobierno decida no cumplir con la meta de déficit estructural de 1% del PIB este año, decisión que no sería incompatible con el compromiso de converger a un balance estructural en 2018. De ser así, el crecimiento del gasto en 2014 podría ser aún mayor".
El informe también hace hincapié en la introducción de cambios metodológicos a la medición del balance estructural. Eso sería "otro elemento que puede incrementar los ingresos estructurales a partir de este año y, consecuentemente, los espacios de gasto".
Un mayor gasto público sería un factor en generar demanda en un año en que se estima que la economía crecerá por debajo de 4%. El Banco Central reconoció esta semana que la desaceleración llegó más rápido de lo que habían proyectado y el presidente del Consejo, Rodrigo Vergara, deslizó en una entrevista con Bloomberg que se vienen nuevos recortes de tasas.
