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El intento de Draghi de debilitar el euro con palabras no hace efecto en los operadores


En opinión de los operadores de divisas, va a hacer falta algo más que las palabras del presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi para debilitar el euro.

La moneda de 18 países bajó 0,5 por ciento frente a una canasta de nueve monedas de mercados desarrollados desde que el 13 de marzo Draghi dijo que el tipo de cambio es “cada vez más relevante en nuestra evaluación de la estabilidad de precios”. Esto contrasta con una caída de 1,9 por ciento en el caso de yen y un aumento de 0,1 por ciento en el del dólar, según los Índices Ponderados por Correlación de Bloomberg.

El BCE, que se reúne hoy, está bajo presión para frenar el avance de veinte meses del euro que ha contribuido a desacelerar la inflación a apenas un cuarto de su meta de 2 por ciento. Entre las medidas que podría tomar Draghi está la de rebajar la tasa de interés del banco central, que se encuentra en un mínimo récord, o dejar de absorber el exceso de liquidez de su programa de compra de activos.

“El momento para hablar ya pasó y deben implementarse medidas”, dijo ayer Neil Jones, responsable de ventas financieras institucionales de Mizuho Bank Ltd. en Londres, en una entrevista telefónica. “Las palabras no van a lograrlo. La intervención verbal es insuficiente”.

Por arriba de los pronósticos

Los que tienen una postura bajista respecto del euro quizá tengan que ser pacientes. Las autoridades mantendrán la tasa de referencia en un mínimo récord de 0,25 por ciento, según la totalidad de los 57 economistas que participaron en una encuesta de Bloomberg News excepto tres. Uno ve una rebaja de 0,1 por ciento mañana mientras que los otros dos apuestan a 0,15 por ciento.

El euro se fortaleció 8,3 por ciento en el último año, interrumpiendo cuatro caídas anuales consecutivas de 2009 a 2012, según los Índices Ponderados por Correlación de Bloomberg.

Como ocurrió en todo 2013, el euro tuvo en el primer trimestre un mejor desempeño del que pronosticaban los analistas que participaron en los sondeos de Bloomberg, fortaleciéndose 0,2 por ciento, a US$1,3769, frente a una mediana de pronósticos de una baja de 3,2 por ciento a US$1,32. En diciembre de 2012, predijeron que terminaría 2013 más débil en US$1,27, pronóstico que resultó 8,2 por ciento más bajo que los US$1,3743 a que cerró el 31 de diciembre.

Jones prevé que la moneda este año trepará de los US$1,3793 de ayer en Nueva York a US$1,40. La mediana de pronósticos de los 88 participantes en una encuesta de Bloomberg es que el euro terminará el año en US$1,30.

Las apuestas de los fondos de cobertura y otros grandes especuladores al euro actualmente se ubican en 39.634 contratos a favor de la apreciación del euro, de acuerdo con los datos de la Comisión de Negociación de Futuros de Materias Primas con sede en Washington al 25 de marzo. Esto se compara con una posición corta neta a mediados de febrero.

El euro se ha visto impulsado por los indicios de que la recuperación económica de la región está cobrando fuerza, reforzando la demanda de activos denominados en esa moneda que comenzó cuando Draghi en julio de 2012 prometió impedir su fractura.

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