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Mercado del golf en problemas: miles están dejando el deporte


La industria del golf está en una situación difícil.

El deporte, que fue en su momento actividad obligada para los vínculos empresariales, está sufriendo un éxodo de jugadores, una falta de interés por parte de los nacidos después de 1980 y el cierre masivo de campos de juego. La intrincada vida personal de Tiger Woods, quien durante años fue el mayor embajador del golf, tampoco ayudó. Todo esto tuvo un costo para las empresas que fabrican o venden equipos de golf, incluidos Dick’s Sporting Goods Inc. y Callaway Golf Co.

Unos 400.000 jugadores abandonaron el deporte el año pasado, según la Fundación Nacional de Golf. Si bien casi 260.000 mujeres se volcaron al deporte, unos 650.000 hombres lo dejaron. Un invierno severo en la Costa Este agravó la situación este año, postergando para muchos el inicio de la temporada de golf. Las bajas ventas de palos y otros artículos hizo bajar los resultados de Dick’s esta semana, imprimiendo a su acción la peor caída desde que la cadena minorista salió a bolsa en 2002.

“El golf está pasando por un período de sequía”, dijo Allen Adamson, director ejecutivo en la firma consultora de marca Landor Associates de Nueva York. “Es un deporte costoso y los tiempos de ocio se contraen”.

Las bajas ventas del golf en los últimos 15 meses crearon una saturación de inventario en las bocas de expendio mayoristas y minoristas, obligándolas a reducir los precios. Dick’s está vendiendo a US$99 algunos drivers que apenas hace 20 meses tenían un precio de US$299, dijo el máximo responsable ejecutivo, Ed Stack, esta semana. En el primer trimestre, las ventas del golf se ubicaron US$34 millones por debajo del objetivo de Dick’s.

“Todavía no sentimos que hemos tocado fondo en la cifra de ventas del golf”, dijo Stack.

¿Grandes descuentos?

La perspectiva sombría se ha expandido a todo el sector del golf. Las acciones de Callaway, un fabricante de palos de golf con sede en Carlsbad, California, cayeron 9 por ciento hasta US$7,60 el 20 de mayo. Callaway, que vende el driver Big Bertha, había dado su propio pronóstico sombrío el mes pasado. La compañía advirtió que el beneficio para todo el año podría ubicarse en el extremo inferior de su dirección anterior, especialmente si los descuentos son más grandes de lo esperado.

“Anticipamos un fuerte entorno de promociones mientras el sector atraviesa un exceso de inventario”, dijo el máximo responsable ejecutivo Chip Brewer en abril. La empresa no reporta una ganancia anual desde 2008.

El clima frío y la floja economía están trayendo vientos en contra, temporarios, aunque es posible que un cambio generacional sea una causa de mayor preocupación. El deporte está experimentando la caída más grande en jugadores más jóvenes, según la Fundación Nacional de golf, en tanto 200.000 jugadores menores de 35 años abandonaron el juego el año pasado.

“Todos están enganchados con sus portátiles, cambian los deportes por las redes sociales”, dijo Gerald Celente, editor del Trends Journal en Kingston, Nueva York. La motivación para los futuros ejecutivos de pasar horas persiguiendo pelotitas ya no existe más, dijo.

“Está asociado con épocas de auge”, dijo. “La mayor parte de la sociedad no está ascendiendo, y el golf está asociado al ascenso”.

Woods, de 38 años, contribuyó a atraer jugadores más jóvenes al juego, aunque es probable que sus problemas personales hayan reducido su influencia. En 2010, se divorció de su esposa con la que estaba casado desde hacía cuatro años después de admitir infidelidad matrimonial y tras sufrir una serie de lesiones.

En la actualidad, también hay menos lugares disponibles para jugar golf. En los Estados Unidos se construyeron el año pasado nada más que 14 campos nuevos mientras que 160 cerraron, dijo la Fundación Nacional de Golf. El año pasado marcó el octavo año consecutivo en que cerraron más campos de los que abrieron.

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