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LarrainVial y Consorcio dejan en el limbo la idea de capitalizar La Polar y dan la espalda a César Barros

LarrainVial y Consorcio dejan en el limbo la idea de capitalizar La Polar y dan la espalda a César Barros

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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No se cuenta dos veces. El exitoso aumento de capital de cerca de US$ 250 millones realizado en 2012 en La Polar, puede que no se repita.

Los ánimos están caldeados de cara al 2 de julio próximo, en que la empresa que preside César Barros realizará su junta de accionistas que podría definir el futuro de la multitienda.

La fórmula que propondría Barros está destinada a permitir que los acreedores transformen las deudas en un porcentaje de acciones de la compañía, que va de 50% a 55% de la misma. Su propuesta incluye hacer un nuevo aumento de capital por casi US$ 200 millones.

Dicha propuesta causó mucho malestar en el mercado, que lo castigó, hecho que se vio reflejado en que los papeles cerraron con pérdidas de 15%, su nivel más bajo en casi dos meses.

Barros viene planeando desde marzo esta salida para una empresa altamente endeudada que, si bien hoy no está en riesgo de quiebra como en 2011-2012, no resulta una versión rentable por los próximos años para los accionistas, debido a que genera ganancias mínimas y su flujo está destinado a pagar esencialmente deudas.

Pero los acreedores –o parte de ellos– no aceptarán una renegociación con tanta disposición como ocurrió hace tres años. Esta vez, la propuesta de Barros ya fue rechazada –en forma inédita– públicamente por Raimundo Valenzuela, quien tiene el 2% de las acreencias.

Y junto a Valenzuela estarían otros actores dispuestos a impedir el acuerdo.

Valenzuela señala que para llegar a tal acuerdo exigen un 90% de la propiedad, para luego capitalizarla y venderla. En esa línea –dicen fuentes bien informadas– estarían LarrainVial y el grupo Consorcio.

Ayer, en entrevista con El Mercurio, el empresario fue tajante: "El nuevo dueño de La Polar tienen que ser los acreedores. Eso es lo que corresponde".

Valenzuela, conocido también como "Paila", es un activo inversionista de la Bolsa local, que ha jugado roles protagónicos en el caso Enersis defendiendo a los minoritarios y ahora en el caso Cascadas como aliado de Moneda y las AFP en su pelea con Julio Ponce Lerou.

El empresario tiene cerca de US$ 20 millones invertidos en bonos y pagarés de La Polar. La mayoría en una operación realizada tan sólo 5 días antes de que estallara el caso en junio de 2011.

En la entrevista, el polémico inversionista critica que el directorio "recurra nuevamente a los tenedores de bonos para arreglar sus problemas financieros, fijando condiciones que son expropiatorias".

Valenzuela califica la propuesta de Barros como inaceptable. “Claramente el directorio ha actuado de forma negligente”.

“Si los accionistas se equivocaron producto de su apetito por riesgo o la compañía o los colocadores como BTG Pactual les vendieron ‘una pomada’ que no correspondía y se perdió esa plata, bueno, una lástima, perdieron la plata, pero el señor Barros no puede venir a pautear por los diarios lo que tienen que hacer los acreedores”, enfatiza con dureza en la entrevista con El Mercurio

“No puedo entender que estos señores (el directorio) sigan sentados ahí y les digan a los acreedores: ‘Nos equivocamos, ahora ustedes hagan un esfuerzo’. Eso es una vergüenza”, agrega.

Contra Barros, en particular, es igual de duro: “Si Barros dice que esta compañía no es viable con ese nivel de deuda, significa que el capital vale cero”, asegura. 

“Acá el problema es que, como no hay controlador, a ningún director le dolió el bolsillo. Este señor se ‘pitió’ US$ 250 millones y sigue sentado ahí”, agrega.

Influencia de LarrainVial y Consorcio

A través de su compañía de seguros, la firma que lidera Juan Hurtado Vicuña tiene casi 13% de las acreencias y su posición sería tan dura como la de Valenzuela. De hecho, existen vínculos empresariales entre ambos, pues Valenzuela es socio de Moneda Asset Management, donde Consorcio es socio con el 18%. Además de Consorcio, será relevante la opinión de aseguradoras como Zurich, Metlife y Chilena Consolidada, que también son acreedores.

No se conoce exactamente el porcentaje de deuda de La Polar que tiene LarrainVial, pero fuentes cercanas afirman que, con ambos apoyando la moción de Valenzuela, el acuerdo a nivel de acreedores para rechazar la propuesta de la multitienda sería inminente.

LarrainVial, además, maneja el 7,75% de la propiedad de La Polar, mientras que Moneda tiene un 6,1%. Y a eso se suma que el presidente del directorio es Hurtado Vicuña, que llegó tras la crisis del caso Cascadas.

Ayer, tanto LarrainVial como Consorcio declinaron hacer comentarios, asegurando esta última que dará su opinión cuando se realice la junta de acreedores el 2 de julio.

Un día antes, el 1 de julio, la junta de accionistas de La Polar deberá aprobar la propuesta del directorio que dirige Barros y, aunque existiría ánimo para apoyarla, no se descarta que se hagan críticas a la gestión del ex timonel del gremio de los salmoneros.

El apoyo de Barros

Pero también hay acreedores dispuestos a dar su voto a favor de la propuesta de Barros. Fuentes conocedoras del caso indican que los bancos acreedores estarían por apoyar la propuesta del retailer, al igual que los accionistas minoritarios, parte de los cuales son representados por la abogada Bárbara Salinas, quien ayer criticó la propuesta de Valenzuela y aseguró que el 10% que exige que mantengan los actuales accionistas es una limosna que no están dispuesto a aceptar.

También falta por dilucidar la posición de las AFP, las que según Valenzuela tienen casi el 40% de las acreencias de La Polar. Un gerente de una de ellas manifestó ayer que existe un acuerdo entre los acreedores de no negociar a través de la prensa y que lo respetarán.

Sin embargo, advierten que en la mesa lo que se debe discutir es el análisis financiero y, a partir de ello, tomar una decisión. De las AFP, además, la única que mantiene posición como accionista es Habitat, la que es controlada por el grupo ILC, ligado a la Cámara Chilena de la Construcción.

El rol de BTG y el desenlace

No sólo el directorio de La Polar que encabeza Barros fue blanco de los cuestionamientos de Valenzuela. El molesto empresario indicó que BTG junto a la administración y el directorio les vendieron una “pomada” a los accionistas en 2012, cuando se aprobó el aumento de capital.

Esto alude al rol que ha tenido, desde que se desató la crisis de La Polar en 2011, la firma hoy controlada por BTG y antes llamaba Celfin.

En efecto, la firma en aquel momento dirigida por Juan Andrés Camus y Jorge Errázuriz, asesoró a La Polar en la elaboración del prospecto para el aumento de capital de 2012, el cual finalmente evidenció que no estaban bien ponderados los riesgos ni proyectó un escenario realista respecto de lo que podía hacer la empresa con los dineros de dicha operación.

Así lo dejó en claro Valenzuela, asegurando que la operación en Colombia se pudo haber vendido dos veces –una de ellas a Ripley, que ofreció US$ 50 millones–, pero que no la quisieron enajenar, lo que hoy significa asumir una inversión errada de más de US$ 50 millones.

BTG nuevamente es el asesor en el nuevo proyecto de reestructuración financiera planteado y ha sido, asimismo, el respaldo de La Polar en sus primeras reuniones con acreedores y accionistas como parte del road show iniciado esta semana.

En el mercado afirman que BTG es cuestionado por el rol que jugaron y la impericia para detectar las fallidas estimaciones que había sobre la capacidad de generar flujos en Colombia, junto con la evidencia de que la renegociación de deuda inicial tras el escándalo era insuficiente.

Fuentes que conocen cómo operan ejecutivos de BTG, señalan que las críticas no son justificadas. “BTG ayudó a salir de la quiebra a La Polar y ahora, como parte del compromiso de estar con sus clientes en las buenas y en las malas, está tratando de ayudar nuevamente a buscar una solución a la crisis”, afirman.

En cualquier caso, el fin de esta disputa –que se irá conociendo en las próximas semanas, hasta que llegue el 1 de julio, cuando se vote la propuesta por parte de los accionistas, y el día siguiente, en que voten los acreedores– parece no ser dramático.

Un ejecutivo de una AFP advierte que, si no se aprueba la propuesta de Barros, la empresa puede continuar operando. Está generando Ebitda positivo y será capaz de seguir pagando los intereses de la deuda. No obstante, en los próximos 3 a 5 años la situación podría cambiar y, cuando los montos de amortización comiencen a crecer, la falta de acuerdo actual podría pasarle la cuenta al retailer más atribulado del país en los últimos años.

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