La actividad económica de Chile creció un 2,3 % interanual el pasado mayo, por debajo de las expectativas del mercado y de los expertos, según informó hoy el Banco Central.
Las proyecciones de analistas y agentes del mercado para el quinto mes del año apostaban a una expansión de entre un 2,6 y un 3,0 %, y la subida del 2,3 % fue igual a la registrada en abril. En marzo la actividad creció un 2,8 % interanual registrado en marzo, en febrero un 2,9 % y en enero un 1,5 % interanual.
La economía chilena pasa por una fase de desaceleración desde el año pasado, cuando creció un 4,1 % frente a un 5,6 % en 2012, y para este año el Banco Central recortó en junio su previsión de crecimiento del PIB en medio punto, hasta un rango de entre un 2,5 y un 3,5 %.
En el primer trimestre, el PIB (Producto Interior Bruto) de nuestro país creció un 2,6 %.
Para Matías Madrid de Banco Penta, el Imacec de mayo "confirma la profunda desaceleración que experimenta la economía. A la contracción de la inversión se ha sumado una fuerte desaceleración del consumo privado. El sector exportador ha permitido compensar solo en parte el bajo dinamismo de la demanda agregada".
Lo positivo, dice Madrid, es que la desaceleración forzara a que la inflación se modere. "El ritmo actual de la economía definitivamente está generando una mayor brecha de capacidad que finalmente deberá impactar a la baja a la inflación durante el segundo semestre del año".
Las cifras difundidas este lunes corresponden al Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec), que representa cerca del 91 % de los bienes y servicios incluidos en el PIB.
En mayo, según el informe del Banco Central, incidieron principalmente el crecimiento de la actividad minera, compensado parcialmente por una caída del comercio mayorista, en un mes que tuvo un día laboral menos que en 2013.
En tanto, la serie desestacionalizada aumentó un 0,6 % respecto del mes precedente y aumentó un 2,7 % en comparación con mayo del año pasado.
El BCI dice que las cifras hacen que el panorama se vuelva "aún menos auspicioso al estar experimentando una desaceleración relevante también el sector mayorista". Dice que si a eso se le suma "que el mercado del trabajo está bastante debilitado, más allá de lo que las cifras agregadas evidencian, que los márgenes de las empresas están bajo presión, que la inflación ha sido elevada, y que los hogares han decidido recortar gastos frente a la depreciación cambiaria, el outlook para el consumo por los próximos meses no pareciera ser muy auspicioso".
