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Las claves de la última batalla administrativa por el casino de Chillán

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Aunque la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) había dado señales de no intervenir en la votación del Consejo Regional (Core) de Concepción destinada a elegir al ganador de concurso para instalar un casino en Chillán, finalmente, la autoridad tomó cartas en el asunto.

La semana pasada, la entidad que dirige Renato Hamel ofició al Intendente de la Región del Biobío, Eduardo Díaz, pidiéndole que se entregue un detalle mayor de los argumentos por los cuales los consejeros regionales votaron a favor del proyecto de Marina del Sol y en contra de los proyectos de Boldt-Peralada y Dreams.

El Core tiene hasta esta semana para responder. Sin embargo, aparentemente la solicitud de SCJ no tendrá consecuencias. Esto, porque el presidente del Consejo Regional, Eduardo Muñoz, adelantó este fin de semana a diarios locales que su correligionario (ambos son DC), el intendente, responderá el oficio y que se trata de consultas de la SCJ “de forma y no de fondo”, pues asegura que actuaron según la normativa sectorial.

La respuesta tajante de Muñoz abre dudas sobre la independencia con que está actuando el Core y, en particular, Díaz y Muñoz.

Como se señaló, ambos son militantes de la Democracia Cristiana (DC), al igual que el gerente general de Marina del Sol, Juan Ignacio Ugarte, quien ha ocupado diversos cargos en la zona en las listas de la DC.

Fuentes cercanas al proceso creen que Muñoz y los otros consejeros DC deberían haberse abstenido de votar, en razón de la militancia que comparten con Ugarte. Pero lo cierto es que la ley no obliga a nadie a inhabilitarse, como lo explicó el propio Hamel en una reunión el 28 de mayo pasado con el Consejo.

La confianza en cuanto a que Boldt no logrará revertir la decisión del Core tiene antecedentes. Hace algunos días, Ugarte señaló con total convicción a un diario chillanejo que Dreams “iba a ser eliminado de todas maneras”, en alusión a la renuncia de la empresa ligada a la familia Fischer luego de conocida la votación del Core, el 1 de julio pasado.

Dreams había sido denunciada por Boldt ante la SCJ (acción a la que se sumó Marina del Sol) por haber postulado no como tal, sino como una sociedad, cuyos propietarios eran los dos principales ejecutivos de la cadena de casinos, pese a que públicamente aparecía Dreams compitiendo.

Hamel respondió al diario La Discusión eludiendo el tema de fondo: “No tenemos antecedentes de una postulación de Dreams S.A., sino de una sociedad en la que los accionistas principales son dos ejecutivos de ésta. Desconocemos si esa fue o no una estrategia de dicha empresa”.

El titular de la SCJ, además, se refirió al caso ayer en El Mercurio, asegurando que no tienen facultades para revertir las votaciones del Core, pues el objetivo de las licitaciones es que haya descentralización en este tipo de decisiones. Esto, no obstante que las votaciones del Core y del Concejo Municipal determinan menos del 25% de los puntos posibles y que el Consejo Resolutivo que toma la decisión final la integran siete miembros, todos designados por la Presidenta de la República. Entre ellos, el subsecretario de Hacienda y el intendente regional, ambos DC.

Votación ambigua

El oficio de la SCJ al Core apunta a que los consejeros hagan explícitos su argumentos, dado que “existe poca claridad” en lo que señalaron el día que tomaron la decisión de favorecer a Marina y dejar sin puntaje a los otros concursantes.

La poca claridad tiene que ver con que el Core debía definir si Chillán tenía el mérito como comuna para recibir el proyecto y cuál es el impacto en el desarrollo regional del emplazamiento del mismo. 

Los consejeros que apoyaron a Marina apuntaron al aporte del parque que pretende construir, al igual que la piscina, ambos factores que, a su juicio, impulsarán el desarrollo regional. Ello, al tiempo que otros consejeros cuestionaron a Dreams por la congestión que puede generar en la ciudad.

Las particulares motivaciones de los consejeros pueden tener origen en la vaguedad de la ley o en las explicaciones que les dio Hamel en persona en una reunión que sostuvieron el 28 de mayo pasado.

En dicha ocasión, el consejero Jaime Vásquez le preguntó si iban a votar sin conocer los informes de Sernatur, el Ministerio de Interior y el Concejo Municipal de Chillán; Hamel reconoció que sería así, pues los procesos se hacen en paralelo. “Ahora, con ese nivel de ambigüedad y con ese nivel de precisión y lo dice en el sentido de que se pueden incorporar criterios que el Consejo estime relevantes”, dice el acta de la sesión.

Luis Santibáñez preguntó si existía “algún acápite o disposición que regule esta materia”, en alusión a la justificación que debían dar para votar en función de la estrategia de desarrollo regional. Hamel reconoció de vuelta la subjetividad del voto. Le señaló que la decisión debía ser fundada, “pero no necesariamente respecto de un set preestablecido de parámetros”. Luego, Hamel agregó que la decisión de cada consejero tenía que ser de acuerdo a la “frase general” de “impacto en el desarrollo regional”.

La falta de claridad del proceso es tal que, cuando el presidente del Core le consultó si debían votar en sesión ordinaria o extraordinaria, Hamel respondió que “la ley es ambigua”.

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