Una verdadera bomba fue la que dio a conocer esta mañana The Clinic. Lo que nació como una arista del Caso Penta, hoy parece ser un proceso en sí mismo. SQM, la minera no metálica presidida por Julio Ponce, se encuentra en medio de una tormenta cada vez más fuerte, a la luz de nuevos antecedentes que no sólo tienen quebrado a su directorio, sino que podrían envolver a sus ejecutivos en delitos más allá de los tributarios, como cohecho y apropiación indebida.
En momentos en que la investigación sobre SQM se encuentra paralizada, luego de una acelerada y muy discutida tramitación del Tribunal Constitucional (TC), el Ministerio Público busca recabar la información contable de la minera no metálica a través del Servicio de Impuestos Internos (SII), institución que cuenta con estos antecedentes tras haberlos aportado la propia compañía.
Sin embargo, la Fiscalía no sólo estaría interesada en pesquisar datos de un posible delito tributario, sino en conocer el fondo de una serie de boletas emitidas por el contador Osvaldo Opazo Lira y su señora Marisol Toro González, por servicios que estos nunca habrían prestado a SQM.
Según The Clinic, mientras Toro emitió 28 boletas a SQM entre 2007 y septiembre de 2009 –sin especificar el monto– y otras nueve entre marzo y noviembre de 2012, Opazo hizo lo propio con otras 9 boletas entre enero y agosto de 2009, período marcado por campañas presidenciales.
Estos antecedentes los habría presentado al Ministerio Público al TC, los cuales dan cuenta de que dicha documentación contiene características similares a las que involucraron al ex subsecretario de Minería Pablo Wagner, quien usó a un familiar para que emitiera documentos por trabajos no realizados y el dinero fuera enviado a las arcas de campaña de la UDI.
El link con Guzmán
Según la publicación de The Clinic, Opazo estuvo ligado con la constitución de la sociedad Silvestre Corporation, domiciliada en Islas Vírgenes Británicas y que es de propiedad de Roberto Guzmán Lyon, amigo cercano de Ponce y quien estuvo profundamente envuelto en el Caso Cascada, al ser parte esencial de un complejo esquema de transacciones a través del cual la cascada sobre SQM –cuya propiedad es de Ponce– defraudó a accionistas minoritarios.
Dicha sociedad se constituyó el 27 de septiembre de 1999, gracias al aporte de $500 millones de Guzmán Lyon y de sólo $10 mil de Opazo. En febrero de 2005, Opazo abandonó la sociedad.
