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Europa opta por viejos rostros conforme queda frenado por ahora el avance populista


Los votantes europeos frenaron el avance de los partidos rebeldes que busca cambiar el orden político establecido y dieron resultados mejores que los esperados a los candidatos convencionales en las elecciones regionales de Francia y España.

En lo que constituyó la primera gran prueba para la popularidad de los partidos de protesta desde la elección de Syriza en enero en Grecia, una elevada concurrencia a las urnas en Francia le negó al Frente Nacional de Marine Le Pen el primer lugar que habían sugerido algunas encuestas en las elecciones locales de todo el país, mientras que el avance de Podemos, aliado de Syriza, quedó detenido en la región española de Andalucía, que tiene un índice de desempleo mayor que el de Grecia.

“Un ascenso al estilo griego de populistas de izquierda o de derecha en esos dos países sigue siendo algo en extremo improbable”, dijo Christian Schulz, un economista de Berenberg Bank en Londres. “Los populistas crecieron, pero quedaron muy lejos de la victoria”.

El Frente Nacional y Podemos se cuentan entre los partidos que intentan aprovechar una ola de oposición al sistema que ha recorrido buena parte de Europa desde Edimburgo hasta Atenas sobre la base de la crisis de la deuda que se extendió desde Grecia. Mientras que la coalición Syriza de Alexis Tsipras llegó al poder aprovechando el descontento de la población ante seis años de recesión y desempleo récord, otras fuerzas, como el Partido de la Independencia de Gran Bretaña aún no han traducido los resultados positivos de las encuestas en una victoria.

El triunfo de Sarkozy

La primera ronda de las elecciones departamentales francesas, que se realizó el domingo, mostró a un Frente Nacional que cayó al segundo puesto frente al triunfo del partido UMP del ex presidente Nicolas Sarkozy, mientras que el Partido Socialista gobernante del presidente François Hollande se ubicó en tercer lugar. Las encuestas anteriores a las elecciones indicaban que el UMP y el Frente Nacional estaban parejos. Una segunda ronda se celebrará la semana próxima en distritos donde nadie obtuvo mayoría.

Le Pen, que se dispone a competir por segunda vez por la Presidencia francesa en 2017, ha hecho hincapié en los temas económicos, tales como regresar al franco, restablecer los controles fronterizos, proteger la industria francesa y revertir el cierre de los servicios públicos en las ciudades pequeñas.

Si bien la economía creció 0,1 por ciento en el cuarto trimestre de 2015 y el desempleo fue de 10,4 por ciento en diciembre, la recuperación que se pronostica en la economía podría hacer declinar la popularidad de Le Pen en la segunda vuelta electoral para elegir al próximo gobernante del país, según Sylvain Broyer, economista jefe para la zona del euro de Natixis.

“En los dos próximos años, si no hay otro acontecimiento geopolítico ni otra conmoción externa, es probable que el desempleo disminuya antes de las elecciones presidenciales”, dijo Broyer en una entrevista. Pronosticó que el desempleo podría caer por debajo de 10 por ciento, lo que podría restar 5 puntos porcentuales de popularidad a Le Pen.

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