El negocio del Outlet es cada vez más rentable.
Pese a la profunda desaceleración que enfrentó la economía chilena el año pasado, que mermó el consumo y las ventas del Retail, las tiendas de descuentos siguen sacando cuentas alegres.
“Cuando la economía no va tan bien, la sensibilidad de precio de los clientes es mayor. Se buscan nuevos nichos de venta y es en esa coyuntura las sus ventas subieron en 22%. Tuvimos un 2014 espectacular”, comentó el gerente general de Easton Outlet Mall, Cristián Cox.
El negocio de los outlet es relativamente reciente en nuestro país, pero ha logrado posicionarse rápidamente gracias a que su oferta de valor es en un 40 a 50% más barata que en tiendas de marca y en los centros comerciales de línea.
La clave del negocio es que los costos son más bajos, lo que se transfiere al cliente final, manteniendo un buen margen de ganancia para los locatarios, explica el gerente del Easton, ubicado en la calle San Igancio, Huechuraba.
Según apunta Cox, antes los locatarios visualizaban dos canales: la venta mayorista, que es venderle a Paris, Falabella, Ripley, y el segundo canal: tiendas propias a la calle o los Malls. Hoy hay un tercer canal: los outlet, porque las marcas han comprendido que no son sinónimo de segunda selección, sino de igual calidad y menor precio.
“El outlet es la compra inteligente”, enfatiza Cristián: la oferta de precio es mucho menor y la calidad es igual a la tiendas de línea y de marca.
Mientras en los Mall penaban las ventas por metro cuadrado y la poca afluencia de público, los outlet vivieron su propia versión de la primavera. De hecho, de cumplirse las proyecciones económicas de 3% para este año, consolidarían ese crecimiento al ya estar instalado el modelo en los consumidores, cuya utilidad habría crecido un 50% de acuerdo a sus cifras.
El área de influencia respecto de los clientes es más grande y diversa. Según estudios realizados por Georesearch, el 20% de los clientes son ABC1 y el resto se distribuye en el segmento C2, es decir gente que vive en Puente Alto, Gran Avenida, Maipú y de la zona de impacto inmediato: Quilicura y Huechuraba.
