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Automotora Gildemeister obligada a reestructurar su deuda para evitar un default: ofrece canje


El mercado venía lo anticipando hace meses y ayer lo peor se confirmó: Automotora Gildemeister se vio forzada a reestructurar su deuda para evitar caer en default.

El distribuidor exclusivo de Hyundai Motor en Chile busca alivio en el pago de intereses de los US$ 700 millones en bonos que tiene afuera con una oferta de canje de deuda.

De acuerdo a Bloomberg, la empresa triplicó su carga de deuda en los últimos cuatro años, pero ahora enfrenta un desplome del peso, bajo crecimiento y una fuerte caída en la demanda de autos.

El canje es necesario después que la caída del peso hizo subir el costo de la importación de vehículos al mismo tiempo que las ventas se desplomaron. Su operación en Brasil la tuvo que cerrar y ahí se le fueron millones en recursos.

A través de un comunicado, Gildemeister informó que pide a los titulares de los bonos con vencimiento en 2021 y 2023 canjear voluntariamente todos los bonos existentes como parte de una operación que "fortalecerá su estructura de capital".

A cambio, los bonistas recibirían dos nuevos bonos internacionales. En el primer caso, con vencimiento en 2020, bonos "senior", con una tasa de 9% y garantizados. El segundo, con vencimiento en 2035, subordinados a la deuda "senior" y ajustados a la inflación.

La automotora dice que los tenedores de bonos que acepten el canje antes del 17 de abril, tendrán derecho a recibir US$ 35 de valor nominal adicional de los nuevos bonos con vencimiento en 2020, por cada US$ 1.000 de valor nominal de sus bonos existentes.

El mercado apostaba a una reestructuración y ayer lunes, antes del anuncio, los bonos con vencimiento en 2021 cayeron a 35 centavos de dólar.

Gildemeister triplicó su carga de deuda durante los últimos cuatro años para ampliar en medio de un boom de consumo-gasto en Chile. Desde entonces, el crecimiento económico de Chile ha caído a su nivel más bajo en cinco años, minando la demanda de automóviles.

La empresa fue criticada por algunos inversionistas cuando Bloomberg reveló que en 2012 el grupo controlador, liderado por el gerente general Ricardo Lessman, se pagó un dividendo equivalente a casi dos tercios de las utilidades al mismo tiempo que casi dobló el nivel de apalancamiento.

Ese año la empresa invirtió en nuevos "showrooms", un nuevo edificio corporativo y en inventario. Pero esto fue justo en un año en que las ventas de autos se estancaron.

Las utilidades en 2012 fueron de US$ 77 millones y Lessman pagó dividendos al holding controlador, Minvest, de cerca de US$ 50 millones. En enero hizo otro pago por alrededor de US$ 25 millones.

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