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El lado B de Vespucio Oriente: será la autopista más cara de Santiago y desembocará en semáforo de Príncipe de Gales y Vespucio con un taco gigantesco


En el discurso de lanzamiento —con bombos y platillos— de la autopista Vespucio Oriente el Presidente Sebastiàn Piñera omitió un pequeño gran detalle: la flamante carretera por donde circularán ocho mil vehículos por hora terminará abruptamente en el semáforo de tres tiempos de Príncipe de Gales, Vespucio y Tobalaba, lo que provocará un taco gigantesco.

Los beneficios en ahorro de tiempo —de una hora el trayecto entre El Salto y Príncipe de Gales bajará a 7 minutos— se esfumarán en un santiamén cuando los automovilistas lleguen a esa esquina. Todo, porque el Ministerio de Obras Públicas optó por no completar el proyecto que terminaba en Grecia y empalmaba con la autopista Vespucio Sur para no tener problemas con los alcaldes y vecinos de La Reina y Ñuñoa.

Será tarea del próximo gobierno resolver lo que ya es un clásico: la manera de hacer las cosas a la chilena o el deseo de un gobierno de mostrar obras en un área de pobre desempeño.

Otro punto omitido es que originalmente la carretera contaba con tres pistas entre el Mapocho y Príncipe de Gales, con una de ellas destinada exclusivamente al Transantiago. La misma que se eliminó en perjuicio de los que usan el transporte público para ampliar el parque de Vespucio por donde trotan y andan en bicicleta los vecinos, y contar así con más áreas verdes, cosa que en Vitacura y Las Condes no son bienes escasos.

El proyecto tendrá una inversión estimada de US$ 926 millones a 40 años y de acuerdo a La Tercera, será la autopista más cara de Santiago. Cuando se inaugure, en 2020, recorrer un kilómetro costará en promedio $ 120, versus los $ 50 de C. Norte y los $ 48 de A. Central.

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