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El Grupo Luksic lidera la lista de poderosos VIP chilenos en Davos 2014


El próximo miércoles 22 de Enero, más de 2.500 de las personas más poderosas del mundo estarán reunidas en Davos, un pueblo de montaña en Suiza, donde desde hace ya más de 30 años se reúne la elite global para discutir y debatir el presente político, económico y social del mundo. Y todos los años la elite chilena se pelea para ser parte de la fiesta.

50 jefes de Estado, más de 12 presidentes de bancos centrales, y cientos de los ejecutivos, políticos y líderes de opinión más importantes del mundo serán los protagonistas. Y entre ellos estarán nueve miembros de la elite chilena.
Este año la lista de los poderosos chilenos es más grande que la del año pasado y la encabeza Andrónico Luksic, el líder del que es actualmente el mayor y más poderoso grupo económico chileno. Junto a él viene Diego Hernández, CEO de Antofagasta Minerals, la minera del grupo.

El Mostrador tuvo acceso a la lista oficial del Foro Económico Mundial (WEF) donde junto Andrónico Luksic y Hernández estarán también presentes el Ministro de Hacienda, Felipe Larraín; el Presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara; el patriarca de El Mercurio, Agustín Edwards, un `habitué´ ya de Davos. También se repite el plato José Miguel Insulza, Secretario General de la OEA. Del sector privado asistirán nuevamente Elías Selman, CEO de América Economía, y el ex director de esa publicación, el periodista Felipe Aldunate, ahora trabajando para don Agustín en El Mercurio. La lista la cierran Leo Schlesinger, CEO de Masisa, y el destacado economista Eric Parrado, de la Universidad Adolfo Ibáñez.

Había invitaciones para varios miembros cercanos a lo que será el próximo gobierno de Michelle Bachelet, pero las fechas los complicó, ya que Davos ocurre justo en la víspera del fallo de La Haya y cuando la futura presidenta esté por anunciar su gabinete.

Este año la reunión tiene lugar en momentos en que la economía mundial viene saliendo de su peor crisis desde la depresión de 1929.

Por décadas Davos ha sido criticado por ser una fiesta para la elite, pero el evento continúa atrayendo a los poderosos. Entre aquellos que lo defienden, argumentan que el evento sirve para establecer lazos y tratar temas delicados en un ambiente más informal.

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