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El adiós de Juan José Ossa al Sernac incluyó duros «palos» a los bancos y la industria financiera


Está claro que ni Juan José Ossa ni Raphael Bergoeing van a estar en la lista de amigos a los que Jorge Awad y el gremio bancario les mandará tarjetas de Navidad este año. No se está dando "la cosa rica" entre los reguladores salientes y la industria que regularán hasta mañana.

La semana pasada fue Fernando Coloma quien se despidió de la Superintendencia de Valores y Seguros con duras críticas a los políticos y deslizando otras a la industria financiera. Luego, vino la pelea entre Jorge Awad, presidente del gremio de los bancos, y Raphael Bergoeing, titular de la SBIF. Esta semana fue el turno de Juan José Ossa, titular de Sernac. Al igual que Coloma, eligió a El Mercurio para hacer sus descargos.

Ante la pregunta de los periodistas acerca de qué industria siente que tiene mayor nivel de opacidad, Ossa fue lapidario: "Yo diría derechamente la industria financiera".

–¿La industria como un todo o algunos servicios?
En global. Estoy pensando en los créditos de todo tipo. Retail financiero y bancos. Todo lo que dice relación con sus créditos, sean de consumo o hipotecarios, pero especialmente los de consumo, que toma a las personas muy de sorpresa muchas veces".

–¿Por qué?
"Básicamente porque si las empresas entendieran que las cosas cambiaron, no tendrían esa lógica. Dirían, bueno, cómo modernizo el negocio, cómo presto el nuevo servicio dentro del marco de esta ley, y no entrarían en la lógica de cómo le hago el quite a la ley, cómo diseño una estructura que en teoría cumpla con la ley, pero no con los principios generales que están en esa ley. Además, las materias financieras son conceptualmente muy complejas para todos. El 50% de los chilenos no puede calcular el 10% de mil y entiendo que solo el 1,8% de los chilenos puede calcular una tasa de interés compuesta".

–Usando su símil, ¿diría, entonces, que la industria financiera ha sido la que ha andado más lento en esta moto?
"Absolutamente. Y ha estado lenta en los distintos pasos. Primero, cómo se modifican los contratos. Segundo, qué cosas puedo cobrar y cuáles no. Y en eso, la imaginación alcanza para todo. Entonces, uno siempre va a poder inventar algo nuevo, pero mientras no se produzca esa concepción de que se tiene que pensar en el negocio a largo plazo… Esto es lo mismo que ocurrió cuando en Chile se bajaron los aranceles o salió la ley de OPA. Muchos empresarios chilenos se resistieron. Sin embargo, si se analiza el resultado de esas dos reformas, lo único que se ve es que ganaron. Ese es el paso siguiente: entender que cuidar a las personas es muy buen negocio. Lamentablemente, en la naturaleza humana, convencer a las personas de que tienen que cumplir la ley porque tienen que cumplirla, muchas veces es difícil. Hay que lograr transmitirle por qué le conviene cumplirla. Y en eso hay un desafío tremendo todavía".

Manifiesta que ha habido cambios, "la disposición a hacer control preventivo de malas prácticas es muchísimo mayor", pero también critica la  "cultura de generar utilidades a través de las asimetrías de información".

En la entrevista señala, asimismo, que el consumidor es hoy en día mucho más despierto y más empoderado, pero la banca y la industria financiera no. Cita como ejemplo "la resistencia que, a priori, se ve en gremios respecto de las mediaciones colectivas del Sernac. Y uno se pregunta, ¿cómo esta empresa o este gremio va a preferir que lo demandemos?".

El Mercurio le pide ejemplos y ahí vuelve a ser lapidario: "La Asociación de Bancos impugnó la legalidad de la mediación colectiva en Contraloría y la Cámara de Comercio de Santiago lo acaba de hacer también" y agrega que "obviamente hay un cambio cultural. Pero falta muchísimo y en esto también las autoridades van a tener que tener cuidado porque, inevitablemente, cuando las empresas no se suben suficientemente rápido a este cambio, se empieza a desvirtuar el concepto de abuso. Hay empresas que son muy proactivas, que cumplen con la ley, que cuando la embarran compensan altiro y ellos mismos te llaman cuando algo ocurre. Sin embargo, tienes a un lote que no entiende ese cambio y que está perjudicando a todas estas empresas".

No está claro lo que piensa la madre de Ossa, la historiadora Lucía Santa Cruz y actual directora de Santander Chile.

Para leer la entrevista completa, haga clic aquí.

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