La incertidumbre que han generado las reformas propuestas por el segundo gobierno de Michelle Bachelet por el momento no afectan al ranking de la economía chilena como la más confiable de la región.
Ayer, la agencia mantuvo calificación de Chile en A+ y estima que, a pesar de las reformas, el apoyo al marco de políticas pro negocios que destaca al país se mantendrá firme.
Sólo México es la otra economía de América Latina que tiene una calificación de A en la región.
Fitch justificó su decisión en el sólido historial de gestión fiscal prudente, la baja carga de deuda pública, un régimen monetario eficaz y creíble, un sistema financiero fuerte y un modelo económico basado en mercados competitivos.
El informe de la agencia calificadora dice que esas fortalezas contrarrestan suficientemente su alta dependencia en las materias primas (cobre), el bajo ingreso per cápita e indicadores de desarrollo humano débiles comparados con países con una nota similar.
"La Presidenta Bachelet ha iniciado su segundo mandato mostrando progresos con su ambiciosa agenda de reformas, ayudada por las mayorías en el Congreso de su coalición. Las reformas tienen como objetivo atacar la desigualdad e impulsar el crecimiento al largo plazo, pero dan una señal de un potencial aumento en el rol del Estado en la economía con regulación adicionales", indica el informe.
De acuerdo a Fitch, la economía ha sido golpeada por la reformas y la confianza empresarial sufrió una caída luego de que se aprobara la reforma educacional.
Estima que los estímulos fiscales y monetarios, sumados a la debilidad del peso, podrían resultar en un crecimiento promedio de 2,7% en 2015 y 2016. Agrega que el presupuesto fiscal revela un fuerte componente de medidas contracíclicas.
El informe alaba el sólido marco de políticas fiscales, bajo déficit, baja deuda, dinámicas favorables acerca del mercado de renta fija y los señala como factores claves de apoyo para la flexibilidad fiscal de Chile y "subraya la capacidad de absorber shocks de la economía".
Factores del rating
Fitch dice que la perspectiva de "estable" que le da a Chile refleja que el actual rating es balanceado.
La decisión de la agencia de calificación de mantener la nota a nuestro país asume que China no tendrá un aterrizaje forzoso y que el precio del cobre se mantendrá en los actuales niveles.
Asume, asimismo, que Chile se seguirá adhiriendo a la regla fiscal que define a los gastos públicos como una función de sus ingresos estructurales.
