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Eyzaguirre se alinea con la Concertación y pasa a criticar duramente las reformas que ha hecho la Nueva Mayoría Ministro de la Segpres también habla del caso Caval y la gestión del Ejecutivo

Eyzaguirre se alinea con la Concertación y pasa a criticar duramente las reformas que ha hecho la Nueva Mayoría

«Vi que claramente estábamos metidos en una vorágine de reformas que no íbamos a ser capaces ni de diseñar apropiadamente, ni de tramitar políticamente, sin provocar excesivos conflictos», sostiene el secretario de Estado.


El ministro Secretario General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, realizó una fuerte autocrítica y mea culpa a la gestión del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet y a la ambición del programa de reformas que impulsa el Ejecutivo.

En entrevista con El Mercurio, Eyzaguirre que desde el año pasado comenzó a hablar con la mandataria sobre las reformas, reconociendo la existencia de síntomas de que las cosas no estaban bien, «yo tenía una visión crítica, no respecto de los contenidos, sino del ritmo. Cada una es un mundo, en cuanto a que siempre va a tener ganadores y perdedores. Los beneficios tienen que ser más que los costos siempre, pero unos y otros no se distribuyen por igual».

Y agrega que «en cada política pública hay tres cosas que considerar: primero, la oportunidad, y que sea una reforma relevante; segundo, que sea técnicamente bien hecha, que minimice los efectos colaterales que van en el sentido contrario a lo que persigues, y eso no es simple. El tercer requisito es la dinámica política que permita que los apoyos sean mayores que los disensos. Muchas tiene sus beneficios a mediano plazo y los costos se pagan de inmediato. Esas pueden autoderrotarse».

En ese sentido, Eyzaguirre explica que hacer muchas reformas de manera simultánea, «tiende a tropezar con el segundo y el tercer factor. Porque no alcanzas a diseñarlas bien técnicamente, o porque no calculas la cantidad de enemigos que te vas a ganar al mover los flancos».

«Yo en Educación lo sentí de manera dramática. El Presidente Lagos, cuando fue ministro, se demoró tres años en el Estatuto Docente. En un año dos meses, yo tenía que hacer una nueva carrera docente, reorganizar la educación particular subvencionada, reestructurar la educación pública, y hacer el cambio del financiamiento de la educación superior. Era imposible hacer las cosas bien a ese ritmo», señala.

El ministro menciona que «vi que claramente estábamos metidos en una vorágine de reformas que no íbamos a ser capaces ni de diseñar apropiadamente, ni de tramitar políticamente, sin provocar excesivos conflictos».

El ministro también explica la relación que existiría entre las reformas y la baja adhesión al Gobierno, señalando no compartir esa idea planteada por algunos sectores, ya que «ha habido periodos de desaceleración, como el estallido de la burbuja punto com en tiempos de Lagos, y no pasó. Además no creo -como economista que he sido toda una vida- que las reformas sean responsables de la desaceleración. No digo que hayan estado bien hechas, pero tampoco que la «malaise» que nos recorre sea producto de ellas. Si fuera así, el apoyo que pierde el Gobierno, debería capturarlo la oposición».

Caso Caval

El ministro de la Segpres estima que el Caso Caval es más grave que SQM o Penta en cuanto a profundizar la crisis de confianza entre la ciudadanía, puesto que «la Presidenta era la líder incombustible. Frente a los políticos, frente a los empresarios que habían cometidos abusos, había una persona distinta, que era ella. Lo de Caval es devastador, porque a pesar de que ella es completamente proba, aparece su hijo disfrutando de los privilegios que se trataba de desmontar. El país entonces se queda sin fe. Eso no puede ser más trágico. Yo conozco a la Presidente de toda una vida. Y sé que se podría decir lo que quiera de ella, pero nunca ha usado atajos. Ella sigue y a va a seguir adelante, porque es una persona genuina, pero no hay muchas figuras capaces de retomar la fe de la ciudadanía».

Política de acuerdos

El secretario de Estado también se refiere a los acuerdos amplios al estilo de la antigua Concertación contra la «aplanadora» de la Nueva Mayoría, indicando que el afán que tiene es el de recuperar la amistad cívica, pero «no la de los acuerdos cupulares como antes; una transparente, de cara a la ciudadanía. Eso significa que la gente esté bien informada, que pueda participar que haya alguna forma de democracia directa».

«Es tan falso decir que los males de este país son porque la centroderecha defiende a los poderosos, como pensar que todos eran felices hasta que llegaron «los locos» de la Nueva Mayoría fomentando la anarquía social. Nosotros tenemos algunas buenas ideas, la derecha también, y ninguno de los dos ha clavado la rueda de la fortuna. Cuando teníamos a los profesores en las calles, se produjo un consenso transversal en la comisión de Educación de la Cámara, y agradezco a los de oposición que se plegaron, porque es un buen proyecto que les pondrá mucha más plata a los profesores, por mérito y esfuerzo, no por antigüedad o presión social», sostuvo.

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