Publicidad
Más fuegos artificiales que “revolución”…

Más fuegos artificiales que “revolución”…

La segunda fecha del Torneo de Clausura confirmó ciertas tendencias, pero aún no aparecen aquellos equipos renovadores o potentes que pregona el marketing futbolero…


Mientras le temperatura del Torneo de Clausura recién se templa al calor de las dos fechas iniciales, el primer balance global no permite hablar de equipazos que sorprenden ni de la explosión de alguna “revolución” futbolística criolla.

Aunque el marketing futbolero pregone esa “nueva Católica” que el hincha cruzado viene anhelando hace tanto, en los 180 minutos de estreno el equipo del técnico Mario Salas recién muestra chispazos de una renovación táctica que parecía evidente y necesaria hasta para un novato de primer año del INAF. En rigor, entre la UC de Emperador Falcioni y este cuadro actual hay un abismo de diferencia en cuanto a actitud y motivación, pero el primer examen más exigente –ante Unión Española en un repleto San Carlos de Apoquindo- demostró que el desarrollo táctico todavía es incipiente y que necesitará mayor rodaje para llevar a la cancha lo que predica su entrenador.

La “revolución” de Católica aún no existe más allá de los planteamientos comunicacionales y el discurso “freak” de un técnico que inculca consignas del mítico Che Guevara –hasta la victoria siempre; luchar hasta la muerte y otros- en el club más conservador de nuestro medio. Cosas del fútbol, diría Julio Martínez…

El mismo análisis facilista apunta a que la U asomó como el campeón ante O’Higgins y que Colo Colo está ya al borde de la crisis tras dos jornadas sin triunfos. Y la moderación exige filtrar esas imágenes potentes que venden los diarios, porque Universidad de Chile la tuvo fácil para superar a un deslavado O’Higgins en el Nacional, que esperó estérilmente la llegada del pase internacional de su único refuerzo, el zurdo Hugo Droguett.

El cuadro de Martín Lasarte –hoy el mejor comentarista de fútbol de nuestro ambiente-, mantiene la mecánica y organización de juego del torneo anterior y le sumó potencia ofensiva con la llegada del argentino Benegas, pero el parámetro no basta para consagrarle tan pronto como favorito. En el Nacional, con el tremendo respaldo de su gente y un arbitraje localista de Jorge Osorio, quien no sancionó dos penales claros en favor de la visita, refrendados por la TV, la tarea se simplifica y a veces confunde y superficializa las conclusiones.

El fenómeno de Colo Colo se da en distintas dimensiones, aunque puede preocupar a los impacientes por la urgencia de resultados en un torneo tan breve y explosivo en su secuencia. Los albos desentonaron frente a San Marcos de Arica en el Monumental y cayeron en el último minuto ante Deportes Iquique en Copiapó -gracias al golazo de Manuel Villalobos desde 35 metros-, demostrando ciertos desajustes colectivos, pero la sumatoria de buenos jugadores debiera devolverle el talanto y los festejos en el corto plazo para recuperar su condición de aspirantes. Tres cracks como Chupete Suazo, Esteban Paredes y Luis Pedro Figueroa no sólo suman 100 años de fútbol entre todos, sino que además le garantizan una jerarquía individual que resulta determinante y que posiblemente compense las carencias de funcionamiento o variantes que debiera mecanizar el técnico Héctor Tapia.

En todo caso, y como siempre, en la cima del primer tramo asoman equipos que probablemente perderán altura con el paso de las fechas hasta recuperar más adelante su sitial acostumbrado. El renovado Cobreloa del controvertido Marco Antonio Figueroa y la eficiente Universidad de Concepción de Ronald Fuentes (estratego debutante en la Primera A) acreditan dos triunfos consecutivos y una tendencia interesante para variar un poco el panorama de los protagonistas habituales.

Como sea, el Torneo de Clausura recién ofrece sus primeros chispazos y la “fiesta” todavía no prende con todos los fulgores esperados. Por su reconocido potencial económico, Colo Colo y las universidades cargan con las mayores responsabilidades, aunque todavía las inversiones no satisfacen las expectativas de un “mercado” ansioso que siempre reclama rentabilidad y exige rápidas ganancias en la cancha…

Publicidad

Tendencias