En un hecho increíble, a doce días del combate más esperado de los últimos años, todavía no se ponen a disposición del público las entradas para el Arena MGM, de Las Vegas, cuando lo normal para este tipo de eventos es adquirirlas diez semanas antes. La maniobra es clara: triplicar el valor de los boletos, que ya alcanzan costos que espantan.
A doce días de la pelea más esperada de los últimos tiempos, los boletos de entrada al Arena MGM, de Las Vegas, siguen sin ponerse a la venta, provocando la desesperación y la indignación de los aficionados, que ven en el increíble retraso una turbia maniobra que sólo busca subir los precios hasta niveles cercanos al escándalo.
La Mayweather-Pacquiao, que lleva seis años esperando, al parecer jamás abandonará el ambiente de polémica en que ha estado envuelta desde que ambos asomaron como los púgiles capaces de protagonizar un enfrentamiento, que llevará el manido rótulo de la “Pelea del Siglo”.
El inusual hecho ha provocado, por cierto, todo tipo de reacciones. El combate, fijado para el 2 de mayo, debió haber puesto a la venta los boletos a mediados de febrero, que es lo usual para este tipo de confrontes con tanto morbo y tan espectaculares como el que prometen el campeón estadounidense y el monarca filipino; sin embargo, a pocos días de la pelea, salvo adquirirlos a través del portal SeatGeek, encargado de su comercialización, nadie tiene el boleto físicamente en sus manos.
Con precios que van desde los 1.500 dólares para las filas más alejadas del ring que será montado en el Arena MGM, hasta los 7.500 dólares que vale un boleto de “ring-side”, la recaudación alcanzaría a los 72 millones de dólares, una cifra por cierto tremendamente superior a la que registró el combate entre el propio Mayweather y el mexicano Saúl “Canelo” Alvarez, llevado a cabo en la misma ciudad, el 14 de septiembre de 2013, y que hasta ahora sigue ostentando el record de taquilla: 20 millones.
No obstante, cada peleador, y luego que el MGM reciba su parte, tendrá en sus manos un cierto porcentaje de entradas que puede distribuirlos a través de revendedores por precios sustancialmente más altos.
¿Un caso más de codicia, a estas alturas un pecado capital con todas las trazas de una pandemia?
Eso es, al menos, lo que cree Michael Koncz, manager de Manny Pacquiao. El manejador del filipino culpó al equipo de Mayweather de detener la venta de las entradas diciendo que “ellos se han negado a firmar un acuerdo negociado desde hace meses que especificaba la repartición”, agregando que “sólo puedo suponer que es por pura codicia y un intento por manipular las entradas”.
Con capacidad para 16.500 personas, el MGM ya emitió el viernes pasado un comunicado en que señaló que habrá sólo una cantidad limitada de boletos para la venta. Pero, al parecer, aún no se pone de acuerdo con ambos bandos para liberarlos al público y la consecuencia ha sido obvia: los precios ya se han triplicado en el mercado de reventas.
El boleto más barato el viernes costaba 4.800 dólares, y Gregoire, analista de SeatGeek.com, dijo que el precio promedio de venta es de unos 8.000.
Leonard Ellerbe, promotor de Floyd Mayweather, que no en vano es apodado “Money”, anunció que los boletos para el esperado combate comenzarían a ser vendidos en el curso de esta semana, pero los funcionarios del MGM hasta ahora siguen sin pronunciarse.
El promotor Bob Arum, que en algún momento dirigió la carrera de Mayweather para luego unirse a “Pacman” Pacquiao, después de pelearse con el estadounidense, no pudo callar su molestia con lo que está ocurriendo: “He sabido de gente que ha cancelado sus reservaciones en Las Vegas porque temen llegar acá y no conseguir boletos. Este es un evento mundial en que está involucrada la ciudad. Todo lo que está ocurriendo es verdaderamente inaceptable”, señaló.
Stubhub, otro de los portales que acostumbra vender boletos en línea para las peleas millonarias que se llevan a cabo en Las Vegas, esta vez se ha negado a hacerlo. Alison Salcedo, la vocera de la compañía, dio a conocer las razones: “No vamos a ofrecer entradas mientras no se fijen los precios oficiales y no se impriman los tickets. Hay tanta incertidumbre acerca de los boletos para este combate que no estamos permitiendo ventas especulativas. No vamos a arriesgarnos en este momento”.
Tampoco hay hasta el momento entradas en venta para la transmisión en circuito cerrado en varias propiedades que el MGM posee en Las Vegas. Otra curiosidad, por llamarlo de algún modo, puesto que esa venta, en muchas oportunidades, se lleva a cabo incluso antes de que se comercialicen los boletos para ver la pelea en vivo.
Mientras el lío por los boletas no para, ambos contendientes siguen preparándose para una pelea que, si no resulta todo lo espectacular que se presume, no será precisamente por culpa de Manny Pacquiao. El filipino, monarca del mundo de peso welter (147 libras o 66.678 kilos) reconocido por la Organización Mundial de Boxeo (OMB), con un récord de 57 peleas ganadas, cinco perdidas y dos empatadas, con 38 triunfos por la vía rápida, saldrá a tirar golpes desde todas las posiciones y ángulos, tratando de llevarse por delante a Mayweather. Este, monarca planetario reconocido por el Consejo y la Asociación Mundial de Boxeo, que cuenta con un registro inmaculado de 47 triunfos (26 de ellos por fuera de combate), ha venido mostrando una evidente “tacañería” pugilística en sus últimos confrontes, haciendo lo justo para llevarse la victoria a través de las tarjetas de los jurados, pero rehuyendo claramente la lucha franca.
Lo que la gente espera en la jornada del próximo sábado 2 de mayo en el Arena MGM es, precisamente, eso: una pelea frontal y sin pausas. La que seguramente quiere Freddie Roach, el entrenador de Pacquiao.
Mayweather, quien al parecer volverá a tener en su rincón a su padre, Floyd, en detrimento de su tío Roger, con el que alcanzó los mayores éxitos, intentará de imponer su estilo mucho más científico y cerebral.
Las apuestas, y como es lógico tratándose de Las Vegas, siguen manteniendo a Mayweather como favorito, aunque Pacquiao ha acortado distancia en las últimas semanas.
