Publicidad
El desafío para Chile tras los Panamericanos: evitar los “elefantes blancos” DEPORTES Crédito: Agencia Uno

El desafío para Chile tras los Panamericanos: evitar los “elefantes blancos”

Publicidad

En Chile, ya miran con preocupación esta materia y se están trazando los primeros lineamientos para darle vida a los recintos levantados para los Panamericanos y Parapanamericanos Santiago 2023 y que no ocurra lo que pasó con algunas sedes en Lima o en Atenas, que quedaron en el olvido.


Uno de los grandes desafíos de Chile tras los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Santiago 2023 es darle vida a la infraestructura que se levantó para recibir la cita deportiva, para que no se conviertan en “elefantes blancos”, edificaciones que quedan en el abandono, por desuso o porque el costo de mantenerlo es altísimo. El ejemplo más próximo es lo ocurrido con Lima 2019, donde si bien hay algunos recintos que se siguen usando, hay otros que están en el olvido. O en el ámbito olímpico (a raíz de la posible candidatura del país para ser sede el 2036) de lo ocurrido con las instalaciones de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, que están casi en la ruinas.

En Chile ya miran con preocupación esta materia y se están trazando los primeros lineamientos para darle vida a estos recintos. En conversación con El Mostrador, el director ejecutivo de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Santiago 2023, Harold Mayne-Nicholls, ya daba luces de lo que tenía que hacer el país: administración independiente, políticas de Estado y un sentimiento de identidad: “Yo lo veo así. Yo tengo una obligación dentro de la corporación de entregar a la Presidencia de la República sugerencias de qué hacer con el legado que queda aquí. Esa es una obligación nuestra. Yo voy a hacer las sugerencias. Estamos trabajando hace tiempo en eso. Yo creo que esto tiene que ser administrado por entes independientes que tengan, de alguna manera, un financiamiento del Estado y un uso de las federaciones deportivas. Aquí tiene que haber un ente independiente que funcione en la administración y mantenimiento de los recintos para que lo opere el Estado con los colegios, porque el deporte no solo es de alto rendimiento, las piscinas son para cualquiera”, explicó.

“Hay que tener una corporación totalmente independiente de todos, que haga de nexo entre los dos con glosa presupuestaria que te asigne para la mantención. Porque de lo contrario se nos produce un fenómeno que es increíble, que es el del dueño de la llave, el de la señora dueña de la llave de la cancha de fútbol, la que pone candado y no entra nadie”, agregó.

Para los recientes Panamericanos, se levantaron varias estructuras, siendo su epicentro el Parque Deportivo Estadio Nacional, en donde se mejoró el centro de entrenamiento del Hockey Césped, el de Deportes de Contacto, el de Atletismo y de Deportes Acuáticos, entre otros. Dichas estructuras, de cara a los posibles Juegos Olímpicos 2036 no deben quedar abandonadas, como señaló la presidenta de la comisión de Deportes de la Cámara de Diputadas y Diputados, Érika Olivera. Para ello, hay que implementar una política deportiva de Estado, pero que en la actualidad no existe.

“No es un secreto que Chile no cuenta con una política deportiva y esta urge. No sólo por los programas y proyectos que deben surgir asociados al pleno uso de las instalaciones que nos dejan estos Juegos, sino también porque es fundamental tener políticas deportivas para el desarrollo de deportistas en todos los niveles, no sólo en el alto rendimiento. En Chile, ninguna instalación deportiva sobra y no puede ser considerada un gasto porque se trata de una inversión en deporte, en salud, para evitar que nuestros niños y niñas sean explotados por los delincuentes. Los beneficios son infinitos”, dijo a El Mostrador.

“Además de la infraestructura no olvidar que hay que mirar a los protagonistas también, que son los deportistas. Tras las medallas y actuaciones en general del Team Chile, hay historias de esfuerzo y carencias que son difíciles de entender y aunque ahora resulte impopular, creo que es necesario transparentar muchas cosas como por ejemplo la falta de apoyo económico para muchos de ellos, falta de implementos básicos para competir como en la esgrima y el ciclismo y la falta de residencia para deportistas de alto rendimiento de regiones como es el caso de un grupo de deportistas que fueron sacados del CAR y que tras los Juegos están en la calle”, añadió.

El caso Santiago

Pese que algunos deportes se realizaron en regiones, el centro neurálgico de los Panamericanos fue, como su nombre lo indicaba, Santiago, en donde se hicieron muchas mejoras en la infraestructura deportiva y se instaló, entre otras cosas, la Villa Panamericana. Y dichas mejoras corren el riesgo de quedar en la ruina si no se toman medidas urgentes, como señaló el gobernador regional, Claudio Orrego.

“Uno de los grandes desafíos que tenemos como país y también como ciudad es aprovechar al máximo nivel la tremenda infraestructura de clase mundial para el deporte que han dejado como legado estos Juegos Panamericanos. Si algo tenemos que aprender no solamente de la experiencia internacional negativa sino también de la positiva es que se requiere una institucionalidad que se haga cargo de estos recintos deportivos tanto en su mantención como en su uso, para el deporte de alto rendimiento como también para el deporte recreativo y competitivo de la ciudadanía. Así como lo de Lima y lo de Río de Janeiro son malos ejemplos, el de Londres 2012 quizá es un buen ejemplo. Se creó una corporación especial para dedicar, rentabilizar social y económicamente estos recintos deportivos”, dijo a El Mostrador.

“Yo espero que en Chile hagamos algo parecido. Es decir que el gobierno entienda que no podemos hacer más de lo mismo, que probablemente la institucionalidad del Instituto Nacional del Deporte que tiene muchos fines no es la adecuada para algo tan focalizado y tan importante como esto y se cree una corporación o algo parecido cuya único fin sea el de administrar y el de masificar este tipo de recintos para el bienestar de todo el deporte no solamente de alto rendimiento”, añadió.

En ese sentido, Orrego pidió además “políticas comunales y regionales de deporte, con inversión no solamente en infraestructura de alto rendimiento, sino en infraestructuras comunales. Ojalá todas las comunas de Chile puedan tener polideportivos e infraestructura de primer nivel. Y de ser así, lo que hicimos en Peñalolén, nuestra corporación de deporte y esta masificación del deporte formativo, competitivo, dirigencial y también de infraestructura, sea una realidad para Chile”.

La “voluntad” para no quedar en el olvido

Si bien la misión de la autoridad de turno es que los recintos no queden en el olvido y se transformen en “elefantes blancos”, lo cierto es que la posibilidad de que eso ocurra está, y no hay que quedar al márgen. Por eso, la palabra que mencionan varios para evitar que esto ocurra es que actualmente existe “voluntad”.

“Hay una voluntad de aprovechar las instalaciones de los recintos deportivos en un país donde estos no sobran y se comprende el deporte como una inversión esto no ocurrirá. Este es el momento para pensar en grande y aspirar a la realización de los Juegos Olímpicos, pasando primero por solucionar problemas básicos y, por supuesto, la elaboración de una política deportiva a la altura”, dijo Olivera.

Orrego agregó que “está demostrado que cuando todos los chilenos y todas las instituciones nos ponemos detrás de un objetivo se logran las metas, por ambiciosas que éstas sean. Y por eso creo que, más que buscar hoy día un responsable, tenemos que convocar a todos los actores, privados, públicos de todos los niveles, nacional, regional y local, y la sociedad civil para sacar adelante una política deportiva nacional y una rentabilización de esta infraestructura de lujo que nos queda a raíz de los juegos. Ahora, sin duda alguna que la principal responsabilidad la tiene el gobierno de turno en cuanto a crear las condiciones institucionales, pero también sociales y deportivas para que esto sea una realidad. Todos tenemos responsabilidades, el gobierno tiene la mayor responsabilidad, pero lo importante es que todos empujemos el carro en la misma dirección”.

“Yo me sentiría muy mal. Pero bueno, ya no es responsabilidad mía. Pero me sentiría como chileno muy mal”, señaló Mayne-Nicholls.

Lo que pasó en Lima

En conversación con El Mostrador, el periodista deportivo peruano Fernando Loza explicó lo que pasó antes y después de Lima 2019. “Fue una fiesta total. Todo el mundo estaba interesado en los Panamericanos”, comenzó diciendo.

Sobre las instalaciones, “hay algunas que sí se usan, como te mencioné, la de Villa María del Triunfo, por ejemplo, que es el estadio del hockey. Otro es el centro acuático, que se sigue utilizando para torneos tanto nacionales como internacionales. Pero también tenemos sedes que no han tenido el uso adecuado. Por así decirlo, se han usado, pero no en la medida que uno esperaba para el futuro”.

“Acá, en el Perú, previo a los Juegos Panamericanos, se hablaba mucho de dos palabras. Una era infraestructura y lo otro es legado”, añadió, para luego explicar lo ocurrido posteriormente a Lima 2019. “Nosotros también pensábamos que a partir de los Juegos Panamericanos iba a haber más apoyo por parte del Estado. El Estado le prometió a cada deportista peruano que ganara una medalla en Lima 2019, un departamento de la Villa Panamericana. Recién hace dos meses le han entregado ese departamento. O sea, han pasado cuatro años. Es cierto, estuvimos en medio de la pandemia, pero eso debió ser automático. El Estado peruano decidió con la pandemia que la Villa Panamericana sea como un centro para pacientes Covid-19. O sea, todos los que daban positivo, en un principio, iban a ser aislados ahí en la Villa Panamericana. Pasó el tiempo, terminó la pandemia, no hicieron nada, y recién se les ha entregado el departamento”.

Publicidad

Tendencias