Se acaba el programa «Un Apretón de Manos por la Paz», que promovían desde 2012 ambos organismos. La razones son obvias.
La FIFA señaló este martes «estar decepcionada» después de haber conocido «por los medios» la decisión del Centro Nobel de la Paz (NPC), de Oslo, de poner fin a su colaboración debido al escándalo de corrupción que vive la institución que dirige el fútbol mundial.
«Estamos decepcionados al enterarnos por los medios la intención del Centro Nobel de la Paz de poner fin a su cooperación con la FIFA en el programa ‘Un Apretón de Manos por la Paz'», señaló la entidad deportiva en un comunicado.
«La FIFA es reticente a aceptar esta decisión unilateral que concierne a una iniciativa conjunta entre la comunidad del fútbol y el Centro Nobel de la Paz», agregó el texto.
Desde 2012, ambos organismos promovían conjuntamente la campaña ‘Un Apretón de Manos por la Paz’, que instaba en los partidos a los capitanes de los dos equipos, así como a los árbitros, a saludarse antes y después de un encuentro.
Hace pocas horas, el NPC dio por finalizada esta colaboración, señalando: «El Consejo de Administración pide a la dirección (del centro Nobel) que finalice la cooperación con la FIFA cuando las circunstancias lo permitan».
Sin embargo, nadie del NPC hizo referencia explícita a los posibles casos de soborno en el organismo rector del fútbol mundial.
La FIFA señaló, a su vez, que la directora del NPC, Bente
Erichsen, mantuvo una conversación telefónica este martes con el presidente Joseph Blatter y subrayó que «el NPC continúa creyendo en esta iniciativa y espera que perdure gracias a la FIFA».
El viernes pasado fue Interpol, organismo de cooperación policial internacional, el que anunció que ponía fin a un programa de colaboración destinado a reforzar la integridad en el deporte, por el que la FIFA pagó 20 millones de euros.
Así las cosas, no sería extraño que desde Zurich comiencen a promocionar una nueva campaña: «Un Apretón de Manos sin Grilletes», dada la condición de imputados de muchos de los máximos directivos del fútbol planetario, cuyo más seguro destino será la cárcel.
