La escuela primaria Kirton, en la localidad de Boston, Reino Unido, tiene su propia moneda, que se llama kirt, y su propio banco dirigido por los alumnos.
La intención es enseñar a los niños a manejar (y ahorrar) dinero.
Los escolares pueden ganar kirts si les va bien en clase, depositarlos y ahorrarlos en el banco y gastarlos en la tienda de la escuela.