»Hay que darles reconocimiento a las FARC y al ELN porque son fuerzas insurgentes que tienen un proyecto político bolivariano», dijo el mandatario venezolano, tras la liberación de dos rehenes. En tanto, el ministro del Interior colombiano dijo que »la condición de terroristas» se da no por lo que dicen sino »por los hechos que cometen».
El presidente venezolano, Hugo Chávez, pidió este viernes a la comunidad internacional que reconozcan a las FARC y al ELN como grupos insurgentes y los saquen de la lista de organizaciones terroristas.
«Les pido que comencemos reconociendo a la FARC y al ELN como fuerzas insurgentes de Colombia y no como grupos terroristas. Lo pido a los gobiernos de este continente y a los gobiernos del mundo», dijo Chávez.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con unos 17.000 combatientes, y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) con unos 5.000, activos desde hace más de 40 años, están incluidos en las listas internacionales de grupos terroristas. Según Chávez, ello obedece a «la presión de Estados Unidos».
«Lo digo, aunque esto pueda molestar a algunos: las FARC y el ELN no son terroristas son verdaderos ejércitos que ocupan espacios en Colombia. Hay que darles reconocimiento a las FARC y al ELN porque son fuerzas insurgentes que tienen un proyecto político bolivariano que aquí es respetado», dijo Chávez.
La petición del gobernante venezolano estuvo enmarcada en una referencia a la liberación por las FARC, después de seis años de secuestro, de las colombianas Clara Rojas y Consuelo González y su traslado a Caracas en una operación aérea que se prolongó por más de diez horas.
«Ayer vivimos con intensa emoción humanista el resultado exitoso de la operación Emmanuel. Quiero hacer un reconocimiento, sin excepción, a todos los que participaron en esta gestión humanitaria», manifestó.
Chávez añadió que la operación fue «ejemplo de lo que se puede lograr cuando se coloca por delante el sentido humano» y denunció que hubo «no sé cuántas intenciones para sabotearla».
Dijo que los intentos de saboteo partieron de «quienes no les interesa la paz, quienes pretenden seguir llevando el mundo por los caminos terribles de la guerra y la división entre las naciones y los pueblos», en referencia a Estados Unidos.
«Pidamos a Dios que más pronto que tarde se acabe el imperio de los EE.UU., que tanto daño le hace a este planeta y al mundo», añadió el presidente venezolano.
Tuvo agradecimientos para «los gobiernos de Argentina, Brasil, Ecuador, Bolivia, Cuba, Francia, Suiza y muchos otros del mundo que han estado pendientes, apoyando este camino», por la participación de esas siete naciones como garantes en la primera operación de entrega de las cautivas, que se frustró el pasado 31 de diciembre.
También agradeció al presidente colombiano, Álvaro Uribe, por «sus generosas palabras para el Gobierno venezolano» formuladas ayer en una intervención en cadena nacional con motivo de la liberación de Rojas y González.
Chávez manifestó, sin embargo, que la confianza entre ambos quedó «pulverizada» el pasado noviembre cuando Bogotá abortó su mediación para lograr el canje de 45 secuestrados en manos de las FARC por unos 500 guerrilleros encarcelados.
«¿Quién puede pensar en la paz sin contactos?»
Reiteró que, a pesar de que lo ocurrido «no fue poca cosa», está dispuesto a seguir «buscando fórmulas para la paz en Colombia». Para ello, anunció que seguirá «trabajando con el Gobierno de Colombia, con las FARC, con el ELN, porque es imprescindible hacerlo».
«¿Quién puede pensar en un acuerdo de paz si no hay contactos entre las partes involucradas?», preguntó el gobernante venezolano.
Chávez aseguró que, tal como le pidieron Rojas y González, no va a «bajar la guardia» y adelantó que ya está «elaborando fórmulas para continuar avanzando».
Hizo votos para que «el Gobierno de Colombia recapacite» y también para que «la liberación de Clara, Consuelo y Emmanuel sea el anuncio definitivo de la resurrección de Colombia y de la unidad grancolombiana, que es el único camino a nuestra verdadera liberación y para lograr el equilibrio en América y el mundo».
Asimismo, señaló que toda la frontera que Venezuela comparte con Colombia, de 2.219 kilómetros, será «territorio humanitario» abierto a iniciativas como la que culminó con la liberación de las dos rehenes colombianas.
Colombia: Idea «desproporcionada»
Inmediatamente, el Gobierno colombiano rechazó el pedido del presidente venezolano y consideró «inadmisible» dicha propuesta.
El ministro del Interior, Carlos Holguín, calificó como «actitud insólita y desproporcionada» la petición de Chávez y agregó: «no podemos admitirlo».
Para Holguín, «la condición de terroristas» de esos grupos se da no por lo que dicen sino «por los hechos que cometen».
José Obdulio Gaviria, principal asesor del presidente colombiano, Álvaro Uribe, calificó a esos grupos como «organizaciones que ejercen la violencia contra un gobierno democrático» y contra el pueblo colombiano.
Recordó que Colombia no tiene oposición política armada y que lo que debe «quedar claro» es que si estas organizaciones son calificadas de terroristas es por sus hechos, «un asunto definido internacionalmente».
También se pronunció la presidenta del Congreso, Nancy Patricia Gutiérrez, quien aseguró que «hay una equivocación muy grande de Chávez».
«No puedo compartirlo», dijo Gutiérrez sobre el criterio expresado hoy por Chávez de que las organizaciones guerrilleras «son verdaderos ejércitos» y fuerzas insurgentes «con un proyecto político».
Por su parte, la ex ministra de Defensa y actual congresista Marta Lucía Ramírez afirmó que el Gobierno venezolano «está destapando su doble discurso» y calificó las declaraciones de Chávez como una «intromisión abusiva» en el conflicto colombiano.
