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Bush busca en Golfo Pérsico apoyo para proceso de paz y contener a Irán

Se trata del comienzo de la segunda parte de la gira de Bush por Medio Oriente, en la que intentará superar el escepticismo de los países de la zona sobre las negociaciones de paz y su aversión a Israel.


El presidente de EEUU, George W. Bush, llegó a Kuwait en busca de apoyo en el Golfo Pérsico para el proceso de paz entre palestinos e israelíes y para hacer frente a Irán y a «sus tentáculos», como dijo la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.



Se trata del comienzo de la segunda parte de la gira de Bush por Medio Oriente, en la que intentará superar el escepticismo de los países de la zona sobre las negociaciones de paz y su aversión a Israel.



La Casa Blanca cree que derretir el muro de hielo entre las naciones del Golfo Pérsico e Israel, el aliado más fiel de EEUU en la región, es una parte fundamental de las conversaciones, en las que Bush ha decidido poner todo su empeño en el último año de su mandato.



En declaraciones a la prensa de camino a Kuwait a bordo del «Air Force One», el avión presidencial, Rice quiso eliminar, sin embargo, cualquier expectativa de que Bush pueda lograr respaldos durante su actual gira.



«No va a haber un destello intenso (de apoyo) en este viaje, ni en el siguiente, pero es un proceso que avanza», dijo Rice.



Bush pidió en Jerusalén a los países árabes que tiendan la mano a Israel y apoyen financiera y políticamente a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) mientras negocia un acuerdo de paz.



Para dar otro impulso al proceso, Bush volverá a Israel en mayo, según anunció él mismo en el aeropuerto Ben Gurion antes de partir hacia Kuwait.



Rice destacó la importancia de esa visita: «Siempre es bueno que las partes sepan que el presidente viene. Les da realmente un incentivo para avanzar», señaló.



Fortalecer la colaboración en términos de seguridad, en especial frente a las supuestas aspiraciones militaristas de Teherán, es el otro tema principal de esta segunda parte de la gira de Bush, que además de Kuwait incluirá Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Egipto.



Rice dijo que Bush tratará con las autoridades de esos países «las amenazas que hemos visto en el Golfo, el problema del extremismo, tanto si es extremismo de (la red terrorista) Al Qaeda y extremismo suní, como si es Irán y sus tentáculos, como Hizbulá y Hamás, al que Irán respalda».



En Teherán, el ayatolá Ahmad Jatami, considerado el portavoz de la opinión oficial del Gobierno, afirmó hoy que es «mentira» que Irán suponga un peligro para sus vecinos y dijo que la gira de Bush es «en vano».



Por su parte, el presidente de Estados Unidos reiterará a los países del Golfo Pérsico que su país los defenderá militarmente ante cualquier contingencia.



Bush «dejará muy claro que Estados Unidos se toma muy seriamente los compromisos asumidos con nuestros aliados en esta región, unos compromisos que datan de hace décadas», dijo Rice.



El lunes, para coincidir con la visita de Bush a Riad, la Casa Blanca presentará al Congreso un paquete de venta de armas a Arabia Saudí por valor de 20.000 millones de dólares, según se filtró a la prensa en Washington.



Rice había anunciado la iniciativa hace meses, que no se ha materializado hasta ahora, aunque algunos legisladores estadounidenses consideran la operación un peligro para Israel.



En Kuwait, gran parte de las conversaciones de Bush versarán sobre la situación en el vecino Irak.



El emir de Kuwait, jeque Sabah Al Ahmad Yaber Al Sabah, recibió en una ceremonia oficial a Bush, cuyo padre, George H.W. Bush, liberó en 1991 el emirato al frente de una coalición multinacional que expulsó al ejército de Irak, por entonces gobernado por el presidente Sadam Husein.



Aún así, Kuwait fue uno de los pocos países que no quiso participar en la conferencia de Annapolis, en noviembre pasado, auspiciada por Bush para relanzar las negociaciones de paz entre palestinos e israelíes.



Mañana, el presidente de Estados Unidos se reunirá con el embajador norteamericano en Bagdad, Ryan Crocker, y el jefe de sus fuerzas en Irak, general David Petraeus, durante una visita a las tropas estadounidenses acantonadas en la base de Arifjan, en Kuwait. EFE



cma/fpa



(con fotografía)

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