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EEUU mantiene en ONU su oposición a prohibir las bombas de racimo

Delegados se reúnen en la sede europea de la ONU para definir las cuestiones previas al lanzamiento de negociaciones formales sobre un nuevo protocolo de la Convención de la ONU sobre Armas Convencionales con efectos inhumanos.


Estados Unidos mantiene en Naciones Unidas su oposición a que un nuevo instrumento jurídico sobre armas convencionales pueda prohibir las bombas de racimo, cuya utilización en conflictos armados recientes ha causado numerosas víctimas entre los civiles.



«No se necesita prohibir cierto tipos de armas, sino que los Estados usen las bombas de racimo de manera responsable», comentó a ese respecto un delegado estadounidense que participa en la reunión de expertos sobre ese tema que se celebra esta semana en Ginebra.



Delegados de 103 países se reúnen desde el pasado lunes, y hasta el viernes, en la sede europea de la ONU para definir las cuestiones previas al lanzamiento de negociaciones formales sobre un nuevo protocolo de la Convención de la ONU sobre Armas Convencionales con efectos inhumanos.



La mayoría de países está a favor de una prohibición total de la producción, uso y transferencia de bombas de racimo, mientras que países a la vez productores y que poseen ese tipo de municiones -entre ellos EEUU, China y Rusia- rechazan la posibilidad de proscribirlas definitivamente.



EEUU considera que «hay malos usuarios, no malas armas», según declaró la fuente estadounidense, que reconoció que el uso de bombas de racimo ha dado lugar a «preocupaciones humanitarias que hay que resolver».



Para la primera potencia mundial, lo que se requiere es «mejorar las prácticas militares y asegurar que (esas armas) son usadas de modo responsable», insistió la fuente.



Por otra parte, EEUU anunció en la reunión de expertos su intención de crear una «fuerza de reacción rápida» que participe en operaciones humanitarias que requieran el retiro de explosivos remanentes para proteger a la población civil.



Washington lanzará en breve una licitación para desarrollar esa fuerza, «cuyos integrantes estarán entrenados y equipados para maniobrar con explosivos remanentes, armas ligeras, bombas de racimo, minas antipersonales y otras armas convencionales encontradas en países que han sufrido guerras», según detalla un documento al que Efe ha tenido acceso.



EFE




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