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General afirma que Fujimori ordenó respetar los derechos humanos

Petronio Fernández-Dávila, un ex asesor de guerra contrasubversiva de la comandancia general del Ejército a principios de los años 90, agregó que el objetivo principal del régimen fujimorista (1990-2000) fue «ganarse la adhesión de la población» y que este hecho supuso la principal razón de la derrota de la banda armada Sendero Luminoso.


La única directiva emitida por el ex presidente peruano Alberto Fujimori durante la guerra contra el terrorismo fue «respetar los derechos humanos», afirmó este viernes el ex general Petronio Fernández-Dávila en el juicio que se sigue contra el ex mandatario por violación a los derechos humanos.



Fernández-Dávila, un ex asesor de guerra contrasubversiva de la comandancia general del Ejército a principios de los años 90, agregó que el objetivo principal del régimen fujimorista (1990-2000) fue «ganarse la adhesión de la población» y que este hecho supuso la principal razón de la derrota de la banda armada Sendero Luminoso.



Además, el ex militar dijo desconocer la existencia del Plan Cipango, donde se creó el grupo Colina, el escuadrón de la muerte responsable de los crímenes por los que se acusa a Fujimori, y señaló que aquel «no reúne los requisitos de un plan de operaciones» militar.



El testigo indicó que, pese a ser jefe de la Dirección de Inteligencia del Frente Interno del comando de las Fuerzas Armadas en 1991, se enteró de la matanza de Barrios Altos, perpetrada por el grupo Colina en noviembre de ese año, «por información de los órganos de inteligencia y después por fuente abierta (prensa)».



Según Fernández Dávila, el Ejército no dispuso ninguna investigación respecto a esta matanza porque «se consideró que fue cometida por Sendero Luminoso, y por lo tanto, debía ser investigada por la Policía».



En Barrios Altos, un grupo de paramilitares asesinó a quince personas, entre ellas un niño de ocho años, que participaban en una fiesta a los que habían confundido con simpatizantes de la organización subversiva.



Fernández Dávila también señaló que Sendero Luminoso no significaba un peligro para la supervivencia de Perú en 1991 y que había fracasado en «sus objetivos ideológicos».



El ex general sostuvo que en aquella época Sendero «no era un gran problema y no representaba un peligro para la continuidad del país».



«Lo que había implantado (Sendero Luminoso) era el terror porque no había logrado sus objetivos ideológicos», indicó el militar.



Según Fernández-Dávila, la actividad terrorista no produjo en ningún momento cambios en la estructura del Estado y que cuando se dirigieron a Lima «para perpetrar sus atentados y hacer notar que su poder todavía era grande (…), ya estaba en decadencia».
El ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000) afronta un juicio por violación a los derechos humanos por su presunta responsabilidad en las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, por las que podría ser condenado a más de treinta años de cárcel.



EFE

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