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Ex reverendo de Obama habla de reconciliación entre blancos y negros

Extractos de algunos de sus sermones pronunciados hace algunos años se retransmitieron una y otra vez en las principales cadenas de televisión el mes pasado y llevaron al aspirante a la Casa Blanca Barack Obama a distanciarse del reverendo.


Jeremiah Wright, el hombre que durante casi dos décadas dirigió la vida espiritual de Barack Obama y que se ha hecho famoso por su incendiaria retórica, defendió este lunes la necesidad de una reconciliación entre blancos y negros en Estados Unidos.



El pastor de Chicago de 76 años, que casó a Obama y bautizó a sus dos hijas, subrayó durante un discurso en el Club Nacional de Prensa de Washington que los comentarios que lo han convertido en fuente de controversia se sacaron de contexto.



Extractos de algunos de sus sermones pronunciados hace algunos años se retransmitieron una y otra vez en las principales cadenas de televisión el mes pasado y llevaron al aspirante a la Casa Blanca Barack Obama a distanciarse del reverendo.



En esos sermones, Wright decía cosas como que EE.UU. había sido en parte culpable de los atentados del 2001 contra Washington y Nueva York por su actitud en la esfera internacional e invitaba a los afroamericanos a entonar «Dios maldiga América» en lugar del tradicional «Dios bendiga América» por lo que él considera racismo todavía rampante en el país.



El reverendo aseguró este lunes, ante una sala abarrotada de personas que lo recibieron con una ovación antes de empezar su discurso, que había decidido hablar al sentir que se está atacando a la Iglesia negra.



«Este no es un ataque contra Jeremiah Wright, no tiene nada que ver con el senador (demócrata Barack) Obama. Este es un ataque contra la Iglesia negra protagonizado por gente que no sabe nada sobre la tradición religiosa afroamericana», apuntó.



Wright centró su discurso en la historia de la Iglesia negra de Estados Unidos y recalcó la necesidad de una reconciliación.



«La reconciliación no significa que los negros se conviertan en blancos y los blancos en negros, que los hispanos se conviertan en asiáticos o los asiáticos en europeos», afirmó.



«La reconciliación implica que aceptamos nuestras ricas historias individuales, que mantenemos quienes somos como personas de diferentes culturas y que reconocemos que aquellos de otras culturas no son ni superiores ni inferiores a nosotros, sino simplemente diferentes», añadió.



Wright, que fluctuó entre el humor y la actitud combativa, no esquivó asuntos controvertidos, al afirmar, por ejemplo, que miles de estadounidenses habían muerto en Irak debido a una guerra basada en «una mentira».



«La división de mi ahijada llegó a Irak esta semana mientras que los que me califican de no patriota han utilizado sus posiciones de privilegio para evitar el servicio militar, al tiempo que enviaban hacia la muerte a 4.000 estadounidenses por una mentira», afirmó.



Wright, a quien se le ha calificado de anti-americano por sus comentarios acerca de los atentados del 11 de septiembre de 2001 se defendió de esas acusaciones.



«Serví seis años en el ejército. ¿Me convierte eso en patriota?», se preguntó, para añadir en medios de los aplausos del público: «¿Cuántos años ha servido (el vicepresidente Dick) Cheney?».



Se mantuvo firme a sus palabras de que uno siembra lo que recoge al decir durante el turno de preguntas y respuestas: «no puedes practicar el terrorismo contra otros y esperar que eso no se vuelva contra tí».



Precisó, en referencia a su frase de «Dios maldiga América», que no iba dirigida contra el pueblo estadounidense, sino contra políticas injustas por parte del Gobierno que durante años mantuvo un sistema racista.



«Y no hay excusas por las cosas que ha hecho el gobierno, no el pueblo estadounidense. Eso no hace que me disguste Estados Unidos y no me convierte en una persona que no es patriota», destacó.



¿Se siente defraudado por los esfuerzos de Obama de distanciarse de usted?, preguntó uno de los asistentes, a lo que Wright respondió que el senador se había tenido que distanciar por motivos políticos.



«Los políticos dicen lo que dicen y hacen lo que hacen basándose en su capacidad de ser elegidos (…), en encuestas», afirmó.



Obama se disputa la candidatura demócrata para la Casa Blanca en las elecciones del próximo 4 de noviembre con Hillary Clinton, a quien le lleva ventaja en las primarias. Hasta ahora, Obama cuenta con 1.727 delegados y Clinton con 1.592.



Por el Partido Republicano ya ha sido designado candidato John McCain.



EFE

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