La antorcha reanudará mañana su trayecto en Nanning, la capital de la Región Autónoma de Guangxi, en el sur del país.
La ciudad de Guilin, una de las capitales turísticas de China, vio este viernes como las minorías étnicas que habitan en la zona se volcaron a las calles para aplaudir el paso del fuego olímpico.
El primer relevista de la etapa de hoy, el haltera Tang Lingsheng, campeón olímpico en los Juegos de Atlanta 1996, vio cómo multitud de representantes de las casi 700.000 personas pertenecientes a las minorías salían a la calle ataviadas con trajes y sombreros tradicionales.
En cualquier caso, se multiplicaron las medidas de seguridad ya que los propios miembros de las minorías étnicas que jalearon el paso de la antorcha suelen tener reivindicaciones políticas que de haberse manifestado durante el acto podrían haber transformado el espectáculo.
Otro minuto de silencio, más pancartas de apoyo a los supervivientes del terremoto y un nuevo recorte en el recorrido previsto, en esta ocasión de 15 kilómetros, homogeneizaron la jornada de hoy con las anteriores.
La antorcha reanudará mañana su trayecto en Nanning, la capital de la Región Autónoma de Guangxi, en el sur del país.
EFE
