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EE.UU. experimenta medicamentos en soldados que vuelven de guerra

«Uno sirve como rata de laboratorio por 30 dólares», dijo el francotirador condecorado del Ejército James Elliott al diario, que efectúo una investigación conjunta con la cadena ABC de televisión.


El Gobierno de Estados Unidos experimenta medicamentos que tienen graves efectos secundarios en cientos de veteranos de guerra a los que se les paga pequeñas cantidades de dinero, afirmó este martes el diario The Washington Times.



«Uno sirve como rata de laboratorio por 30 dólares», dijo el francotirador condecorado del Ejército James Elliott al diario, que efectúo una investigación conjunta con la cadena ABC de televisión.



Los emolumentos «sirven para atraer pacientes a los experimentos médicos que a menudo buscan a los soldados angustiados que retornan de Irak y Afganistán», señaló el artículo.



En uno de los mencionados experimentos que involucró el controvertido medicamento Chantix, para dejar de fumar, el Departamento de Asuntos de Veteranos (VA por su sigla en inglés) «demoró tres meses para alertar a los pacientes acerca de los graves efectos mentales secundarios».



«La advertencia no se divulgó hasta después que uno de los veteranos que tomaba el medicamento sufrió un episodio psicótico que concluyó en un enfrentamiento casi mortal con la policía», según el diario.



Esa persona fue Elliot, un fumador que empezó a tomar Chantix el año pasado «como parte de un experimento de VA que apuntó, específicamente, a veteranos de guerra que sufrían el trastorno de estrés postraumático, y optó por los 30 dólares mensuales para la prueba clínica, porque necesitaba dinero para volver a estudiar».



Elliot, quien prestó servicio en Irak durante 15 meses, estaba confundido y psicótico cuando echó mano a una pistola y los policías, que habían respondido a una llamada de emergencia, lo discapacitaron con una descarga eléctrica.



Miles McFall, director de programas de VA para los pacientes con ese trastorno, dijo al diario que las autoridades «tomaron todas las medidas responsables» al informar a los médicos, «que son quienes están más en contacto con los pacientes, para que estuvieran alerta sobre cualquier efecto potencial» de los medicamentos.



El rotativo señaló que su investigación durante 15 semanas mostró que en 300 estudios de VA sobre el trastorno de estrés postraumático se probaron 25 medicamentos en veteranos que sufrían el trastorno, y cinco de esos compuestos tuvieron avisos de posible suicidio o impulsos suicidas.



The Washington Times sostuvo que hay 830.000 veteranos militares que sufren el trastorno, y que 300.000 soldados que han vuelto de Irak o Afganistán padecen depresión o el trastorno por estrés postraumático.



EFE


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