Esta ha sido la primera visita de Estado de un presidente uruguayo a Cuba desde que triunfó la revolución en 1959 (hace nueve años estuvo en La Habana el entonces presidente Julio María Sanguinetti, pero en una cumbre regional, no en visita oficial).
El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, terminó este sábado una visita oficial de cuatro días a La Habana, tras suscribir 14 acuerdos bilaterales y luego de entrevistarse con su homólogo cubano, Raúl Castro, y su hermano Fidel.
En el aeropuerto José Martí, al partir, Vázquez dijo a la prensa que los acuerdos firmados demuestran el «avance, estrechamiento y mejoramiento de las excelentes relaciones (bilaterales), que vienen de muy lejos y queremos que vayan mucho más lejos aún».
Cuba y Uruguay sellaron convenios sobre agricultura, pesca, ganadería, petróleo, biotecnología, puertos, salud, deporte y cooperación científica, entre otros campos.
No se informó, sin embargo, de ningún acuerdo para incrementar el intercambio comercial, que actualmente apenas llega a unos 40 millones de dólares al año.
Las apuestas bilaterales hicieron énfasis en asuntos sociales como la colaboración deportiva: Cuba implantará «programas de alto rendimiento» con sus especialistas en Uruguay, mientras los suramericanos enviarán a la isla un entrenador de fútbol.
Vázquez, criticado por la oposición de su país y los disidentes cubanos por no reunirse con estos durante su visita, fue recibido el miércoles por el general Raúl Castro y el jueves por el convaleciente ex presidente de 81 años.
La reunión con Fidel Castro, que no aparece en público desde julio de 2006 por una enfermedad intestinal, no estaba incluida en la agenda oficial de la visita.
Vázquez, médico de profesión, declaró que estuvo con Fidel Castro dos horas y 20 minutos, y que lo vio «muy bien», superando una situación muy difícil que ya «definitivamente» ha dejado atrás.
Ha sido la primera visita de Estado de un presidente uruguayo a Cuba desde que triunfó la revolución en 1959 (hace nueve años estuvo en La Habana el entonces presidente Julio María Sanguinetti, pero en una cumbre regional, no en visita oficial).
Las relaciones diplomáticas fueron rotas en 2002 por el presidente uruguayo Jorge Batlle, tras roces con La Habana por apoyar el envío a la isla de un observador de derechos humanos, y reanudadas en 2005, cuando Vázquez asumió la presidencia.
EFE
