Esta será la segunda vez en un mes que la Misión Permanente de Colombia denuncie ante los 34 países miembros de la OEA la actitud de Nicaragua frente a la lucha contra las FARC y los asuntos internos del Gobierno del presidente Álvaro Uribe.
Colombia denunciará este jueves ante la OEA las «persistentes violaciones» del Gobierno nicaragüense a las normas y principios del derecho internacional y a los compromisos internacionales en la lucha contra el terrorismo.
El embajador de Colombia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Camilo Ospina, solicitó el pasado 18 de julio la inclusión de ese tema en la agenda de la reunión ordinaria del Consejo Permanente del organismo, que se celebrará el 24 de julio.
Esta será la segunda vez en un mes que la Misión Permanente de Colombia denuncie ante los 34 países miembros de la OEA la actitud de Nicaragua frente a la lucha contra las FARC y los asuntos internos del Gobierno del presidente Álvaro Uribe.
El pasado 24 de junio Ospina acusó a Managua de tener una conducta «agresiva» y «abusiva» y de hacer «apología del terrorismo», a raíz de la presentación en público de dos presuntas guerrilleras de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a las que Nicaragua dio asilo político.
«Se trata de una protesta verbal» de Colombia ante la OEA por «toda la actitud» de Nicaragua hacia el Gobierno de Uribe y por «todo lo que se ha dicho» últimamente sobre el mandatario y las FARC, explicaron fuentes diplomáticas.
La complicada relación entre Colombia y Nicaragua se ha agravado en las últimas semanas por el conflicto colombiano.
Las tensiones entre ambos países se han incrementado después de que el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, ofreció a Uribe su ayuda para conseguir la liberación de los rehenes en poder de las FARC y Bogotá rechazó una gestión de ese país ante la guerrilla.
En un mensaje fechado el 26 de junio, las FARC pidieron a Ortega que les sirviera de interlocutor en gestiones de búsqueda de la paz.
El mandatario nicaragüense respondió a sus «hermanos» de las FARC que está dispuesto a conversar y dialogar para «aportar a la paz» en Colombia.
En una nota de protesta, el nuevo canciller colombiano, Jaime Bermúdez, advirtió a su par nicaragüense, Samuel Santos, de que el Gobierno de Uribe «no autoriza ni avala gestión alguna que Managua pretenda adelantar en relación a una organización terrorista».
La respuesta de Ortega a la protesta formal de Colombia fue la de que no tiene que pedir permiso a nadie «para luchar por la paz».
El canciller colombiano adelantó el 18 de julio que llevará este asunto ante la OEA por «tratarse de situaciones que violan la letra y el espíritu de la Convención Interamericana contra el terrorismo», así como las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre el mismo aspecto.
El jueves, el embajador colombiano ante la OEA hará la misma denuncia que Bermúdez, sólo que verbalmente y ante la comunidad internacional, señalaron las fuentes consultadas.
La nota de protesta radicada por Bermúdez fue la segunda que Colombia envió a Nicaragua en los dos últimos meses.
En la primera, el ex canciller colombiano Fernando Araújo rechazó el traslado de Quito a Managua -en un avión militar nicaragüense que sobrevoló el espacio aéreo colombiano- de dos presuntas rebeldes de las FARC heridas en la operación que efectuó el Ejército colombiano el 1 de marzo contra un campamento ilegal de esa guerrilla en territorio ecuatoriano.
En la acción murieron 26 personas, incluido el número dos y portavoz internacional de las FARC, alias «Raúl Reyes».
Esa operación también provocó que Ecuador y Colombia rompieran sus relaciones y que Nicaragua hiciera temporalmente lo mismo por «solidaridad» con Quito.
EFE
