El gobierno regional de Río ha solicitado que se haga con la mayor celeridad posible, debido a la gravedad de la situación que se vive en la segunda mayor ciudad de Brasil, que hoy fue calificada como «una verdadera guerra», en palabras del gobernador Sergio Cabral.
El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil envió este jueves una petición formal al presidente Luiz Inácio Lula da Silva para que autorice el envío del Ejército a Río de Janeiro para garantizar la limpieza de las elecciones municipales de octubre, informaron fuentes oficiales.
El documento enviado por la máxima autoridad electoral indica la necesidad de desplegar las tropas en veinte puntos diferentes de Río de Janeiro y su área metropolitana, en los que varios grupos armados están extorsionando a los vecinos para que voten por sus candidatos en las elecciones a las alcaldías y consejos municipales.
El presidente del TSE, Carlos Ayres Britto, explicó a periodistas en Brasilia que los militares ocuparán áreas cuya población suma un millón de habitantes.
Las favelas identificadas, en las que la coerción ejercida sobre los ciudadanos es un problema «sensible», según catalogó el tribunal electoral regional, están ubicadas en Río y en los municipios de Duque de Caxias, Nilópolis, Sao Goní§alo y Nova Iguaí§u, en el deprimido extrarradio de la ciudad más emblemática de Brasil.
Todas ellas están bajo el control de bandas armadas de narcotraficantes o de grupos paramilitares integrados por policías en activo y retirados, que extorsionan a los vecinos para que les paguen por la seguridad que ellos ofrecen.
La preocupación de las autoridades brasileñas es que estos grupos extiendan su poderío desde las barriadas pobres hasta los órganos legislativos y ejecutivos de la ciudad.
La fecha en la que las tropas serán enviadas aún debe ser determinada por el ministerio de Defensa.
El gobierno regional de Río ha solicitado que se haga con la mayor celeridad posible, debido a la gravedad de la situación que se vive en la segunda mayor ciudad de Brasil, que hoy fue calificada como «una verdadera guerra», en palabras del gobernador Sergio Cabral.
El funcionario se refería, en especial, a la zona oeste de la ciudad, una de las más empobrecidas, que el pasado miércoles fue escenario de una cruel matanza indiscriminada de siete personas a cargo de un grupo paramilitar, que quería culpar a unos narcotraficantes rivales ante los ojos de la población.
EFE
