Hicieron hincapié en una reunión celebrada anoche en la importancia de estar unidos e impedir que estalle un conflicto entre suníes y chiíes.
Los líderes de los grupos chií y suní que protagonizaron un enfrentamiento armado el pasado martes en Beirut, se reunieron ayer para reforzar sus relaciones e «impedir» incidentes similares, según un comunicado publicado hoy.
El líder del grupo chií Hizbulá, Hasan Nasrala, y el representante del grupo integrista suní Habach, el Jeque Hosam Qaraquira, hicieron hincapié en una reunión celebrada anoche en la importancia de estar unidos e impedir que estalle un conflicto entre suníes y chiíes.
«Es necesario fortalecer y desarrollar las relaciones bilaterales para poder afrontar los retos a los que se enfrenta el Líbano», dice el comunicado publicado por Hizbulá.
En el encuentro, los representantes de ambos grupos expresaron su pesar por las víctimas y su voluntad de cooperar con el Ejército libanés para conocer la causa de los choques, castigar a los culpables e impedir que se repitan incidentes similares.
Después de los enfrentamientos, en los que murieron tres personas, el primer ministro libanés, Saad Hariri, y otros líderes exigieron la desmilitarización de la capital libanesa.
En este sentido, en unas declaraciones aparecidas en el periódico As Safir, el ministro del Interior, Ziad Barud, dijo que «el desarme de la resistencia (Hizbulá), incluso en Beirut, no está en la mesa de las negociaciones».
En otras declaraciones también aparecidas hoy en el diario As Safir, el jefe del Ejército libanés, Jean Kajwayi, afirmó que hasta el momento han sido detenidas 10 personas por su presunta participación en los enfrentamientos.
El enfrentamiento del pasado martes ocurrió en el barrio de Burj Abi Haidar, aparentemente por una disputa sobre un aparcamiento. En el tiroteo murieron dos miembros del grupo chií y otro del suní y resultaron heridas once personas.
