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Atentado suicida deja 16 muertos y un centenar de heridos en Osetia del Norte

Por el momento, las autoridades rusas no han acusado directamente a la guerrilla islámica, que organizó en marzo pasado los dos brutales atentados suicidas contra sendas estaciones del metro de Moscú en los que murieron 40 personas.


Un atentado terrorista suicida con coche bomba perpetrado en el último día del Ramadán acabó este jueves  con la vida de 16 personas y dejó más de un centenar de heridos en la república norcaucásica rusa de Osetia del Norte.

La explosión tuvo lugar poco después de las 11.00 hora local en la entrada del mercado central de la capital noroseta, Vladikavkaz, abarrotado a esa hora del día, según informaron las agencias rusas.

Entre los muertos figura un niño de 18 meses, que murió tres horas después de la explosión en una unidad de cuidados intensivos.

Mientras, una treintena de las 138 personas que resultaron heridas -diez de ellas en estado grave-, será trasladada en aviones médicos a hospitales en Moscú.

Según la Fiscalía, la explosión, provocada por un artefacto y un cilindro de gas colocado en el maletero del automóvil, tuvo una potencia equivalente a unos 40 kilos de trilita y dejó un cráter de casi un metro de profundidad.

«La explosión fue tan potente que se pudo oír en un radio de cinco kilómetros del mercado», señaló un testigo presencial a la agencia oficial RIA-Nóvosti.

Algunos de los muertos y heridos fueron trasladados en un primer momento en carritos de metal para la fruta, lo que se pudo ver en las imágenes de la televisión.

«La explosión fue obra de un terrorista suicida que se aproximó a la entrada del mercado en un automóvil Volga-3102», dijo el presidente de Osetia del Norte, Teimuraz Mámsurov, quien se personó en el lugar del atentado.

Agregó que «el cuerpo decapitado del presunto terrorista fue hallado en el coche que explotó frente al mercado central».

Horas más tarde, el director del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), Alexandr Bórtnikov, informó en Vladikavkaz sobre la detención de tres sospechosos.

«Han sido identificados y apresados individuos involucrados en el atentado terrorista (…), que están siendo interrogados», dijo Bórtnikov, jefe del principal órgano antiterrorista.

Antes se informó de la detención en la vecina república de Ingushetia del anterior propietario del coche, que lo vendió la víspera al presunto terrorista.

Por el momento, las autoridades no han acusado directamente a la guerrilla islámica, que organizó en marzo pasado los dos brutales atentados suicidas contra sendas estaciones del metro de Moscú en los que murieron 40 personas.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, calificó la explosión de «bárbaro atentado» y a sus autores de «monstruos» y «miserables» con los que «no puede haber ni compromisos, ni treguas».

A su vez, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, destacó que el atentado fuera cometido en la festividad musulmana de «Uraza Bairam» o «Eid al Firt», que marca el fin del mes de ayuno del Ramadán, una de las principales del calendario islámico.

Putin condenó el atentado suicida con el que, en su opinión, los extremistas islámicos «buscan sembrar el odio entre los rusos».

«No podemos permitirlo», dijo Putin, que se mostró convencido de que los ataques terroristas provocarán un enérgico rechazo de toda la comunidad musulmana de Rusia, donde profesan el Islám unos 20 millones de personas.

«Los que cometen estos crímenes son gente desalmada, sin corazón, para la que no existe nada sagrado. Nuestro deber común es luchar contra estos criminales», dijo Putin durante una reunión con el presidente del Consejo de Muftíes de Rusia, Ravil Gainutdín.

Mientras, el presidente ingush, Yunus-bek Yevkúrov, el hombre de confianza de Medvédev en la región, aseguró que el atentado pretende «desestabilizar» el Cáucaso norte ruso.

En 1992, Osetia del Norte e Ingushetia protagonizaron cruentos enfrentamientos interétnicos que en diez días causaron un millar de muertos.

La crisis ingush-noroseta tiene su origen en reclamaciones territoriales y se convirtió en el primer conflicto étnico librado en el territorio de Rusia después de la desaparición de la Unión Soviética.

Las autoridades norosetas suspendieron hoy las actividades en todas las escuelas y guarderías de Vladikavkaz, mientras en Ingushetia también ordenaron el cierre de todos los mercados.

Este es el cuarto atentado terrorista en el mercado central de Vladikavkaz en los últimos once años.

El más grave de ellos fue perpetrado el 19 de marzo de 1999, cuando una bomba mató a 52 personas y dejó heridas a otras 168.

Osetia del Norte, la única república de mayoría cristiana ortodoxa del Cáucaso, ha sido escenario de numerosos ataques terroristas en los últimos años.

El más sangriento de ellos fue perpetrado hace seis años por un comando chechén que capturó la escuela Nº1 de Beslán, toma de rehenes en la que murieron 334 personas, 186 de ellas niños.

El Ayuntamiento de Moscú reforzó el dispositivo policial en las calles de la ciudad con ocasión del fin del Ramadán, motivo por el que decenas de miles de musulmanes se congregaron en el centro de la capital.

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