Durante la semana se registraron 1.000 nuevos casos cada día, fomentando con más fuerza el miedo de que la enfermedad alcance los campos donde se refugian los 1,3 millones de personas que se quedaron sin hogar luego del terremoto que azotó el país en enero.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) solicitó este viernes US$164.000 millones de dólares para luchar contra el cólera en Haití.
El país enfrenta una de sus peores semanas luego de que la enfermedad se haya extendido por la capital y el número de casos sigue creciendo rápidamente.
La enfermedad ha cobrado un total de 796 víctimas, varias de ellas en Puerto Príncipe, con otros 12.303 casos reportados, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Durante la semana se registraron 1.000 nuevos casos cada día, fomentando con más fuerza el miedo de que la enfermedad alcance los campos donde se refugian los 1,3 millones de personas que se quedaron sin hogar luego del terremoto que azotó el país en enero.
La ONU solicitó la ayuda adicional para reforzar los mecanismos con los que frenar el posible avance de la enfermedad.
Entretanto, la alerta continúa en la vecina República Dominicana, donde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) envió un equipo de personal médico que incluye epidemiólogos y microbiólogos a las zonas fronterizas para detener la transmisión.
Por el momento, las labores para frenar la enfermedad continúan frenéticamente, con más de 500.000 tabletas para purificar el agua y 175.000 pastillas de jabón y distribuidas entre la población en las zonas que pueden verse más afectadas.
El cólera es una enfermedad que puede ser mortal si no se rehidrata al paciente rápidamente.
«Esta es una situación extremadamente seria desde el punto de vista humanitario», le contó a BBC Mundo, Nicholas Reader, portavoz de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA).
«Aunque podemos ser optimistas porque, aunque el número de hospitalizaciones está creciendo, lo que es de esperar en una epidemia, las cifras muestran que el número de muertes en relación a las infecciones está bajando desde el principio del brote», explicó Reader.
Las autoridades haitianas creen que una epidemia de cólera de gran escala es bastante posible en Puerto Príncipe, donde ya se han instalado siete centros de tratamiento de la enfermedad de los 15 que hay en el país.
En el mismo sentido se manifiesta Christian Lindmeier, representante de la OPS en la zona.
«Lo crucial es ver cuanto podemos apretar y encoger la tasa de fatalidad y mortalidad, si tenemos los mecanismos en marcha y hay una rápida respuesta se puede reducir esta cifra», declaró en conversación con BBC Mundo.
«No todos los casos de cólera requieren de una rápida hospitalización, eso sólo ocurre en un 5% de los casos, es decir, 50 de cada 1000».
De hecho Lindmeier estima que el 80% de la personas infectadas no muestran ningún síntoma de la enfermedad aunque actúan como elementos movientes de contagio.
«Hay que tener en cuenta que la diarrea es común en Haití, de forma que las personas que la sufren no le dan importancia y siguen su vida diaria. Pero con el cólera la diarrea es un síntoma que necesita una rápida respuesta y es alarmante que muchas de las muertes se produzcan dentro de la comunidad sin que las personas hayan buscado ayuda», explica el representante de la OPS.
De forma que la información, las campañas de educación y la sensibilización de la población es todavía una de las mejores armas para luchar contra la enfermedad, como confirma a BBC Mundo Matthew Cochrane, portavoz de la Cruz Roja en Haití.
«Estamos en estado de máxima alerta, lo que significa que tenemos equipos de voluntarios yendo de puerta a puerta y de tienda en tienda en los campamentos informando a los haitianos. Además, se envían cada día decenas de miles de mensajes de texto con información, hacemos anuncios y llevamos a cabo campañas de información y programas en la radio dedicados al cólera», explicó.
Las autoridades temen la llegada del cólera a los campos de refugiados dónde se ha habilitado un mayor número de baños y de puestos para lavarse las manos.
Pero los tres expertos trabajando en la zona consultados por BBC Mundo coinciden en señalar que las condiciones en los campamentos son mejor que en otros lugares del país.
«Los campamentos han estado recibiendo agua limpia desde el comienzo del terremoto, y aunque sus condiciones sanitarias no son buenas, si que están en condiciones de resistir como prueba el hecho de que este es el tercer brote de una enfermedad que tiene lugar allí», afirma Reader.
«El punto de partida es que las condiciones de salubridad ya eran malas en Haití antes del terremoto y por supuesto después. Tenía un déficit con un 50% de la población que no tenía acceso a condiciones sanitarias modernas, esto fue agravado por el terremoto», dijo.
Por su parte la República Dominicana también reforzó las medidas de protección el pasado martes, cuando saltaron las alertas de una posible transmisión.
El Ministerio de Salud Pública instaló baños, estaciones para lavar las manos y clínicas provisionales junto a los puestos de los mercados que se encuentran en la frontera y que fueron reabiertos luego de un cierre provisional.
Además, las personas que crucen la frontera deberán rellenar una ficha en la que establezcan de donde vienen, donde han estado y si padecen alguno de los síntomas de la enfermedad.
«Insistimos en que el primer objetivo consiste en evitar que el cólera llegue a la República Dominicana pero en caso de que llegara podamos afrontar con éxito la enfermedad», declaró el Ministro de Salud, Bautista Rojas Gómez.
La campaña de concientización sigue en todo el país y el ministerio se reunió recientemente con los responsables gubernamentales del sector del agua para garantizar los niveles de potabilidad aceptable para el consumo humano.
