El entrenador del Real Madrid, José Mourinho, había asegurado por activa y por pasiva que sus equipos ganan más títulos en su segundo año en el banquillo. Tras la victoria ante el Barcelona, con la Liga casi sentenciada, su pronóstico o vaticinio, para muchos aventurado, parece a punto de cumplirse.
¿Es José Mourinho un visionario? ¿Un profeta? Palabras mayores, sin duda, pero nadie puede negarle un buen ojo a la hora de hacer vaticinios. O, quizá, que tiene un par de… narices a la hora de tirarse a la piscina y prometer títulos, porque hacerlo cuando tienes enfrente al mejor Barcelona de la historia, el equipo que te ha quitado la Champions y la Liga, es de valientes. O adivinos.
Florentino Pérez, tras una temporada en blanco a pesar del mayor desembolso de la historia del club, decidió echar a Manuel Pellegrini para situar en el banquillo a José Mourinho, que acababa de conquistar un triplete con el Inter de Milán. Quitaba al técnico que más puntos le había dado al equipo en Liga para ser segundo a cambio de otro que prometía títulos. Ni más ni menos. Sin embargo, no salió todo como se esperaba.
En el primer año de la ‘era Mourinho’, el Real Madrid sólo ganó la Copa del Rey, título que arrebató al Barcelona gracias a un gol de Cristiano Ronaldo de cabeza en la prórroga. Sin embargo, en los otros dos títulos, la Liga y la Champions, el triunfo fue para los azulgranas, grandes vencedores al final de la temporada. Ante ese panorama, Mourinho apeló a un mensaje que se ha convertido en un mantra o un dogma: la segunda temporada será mejor y llegarán títulos mayores.
Mourinho volvió a repetirlo tras perder la Supercopa de España con su bestia negra, o azulgrana, y el mensaje se ha mantenido tras la eliminación ante el mismo enemigo deportivo en la Copa del Rey. Parecía que esta vez iba a fallar la apuesta del portugués, pero un gol de su compatriota Cristiano ha dejado la Liga a tiro, con siete puntos de ventaja a falta de 12 por disputar, cuando todos daban por derrotados a los blancos en el Camp Nou.
La aparente bravuconada de Mourinho tenía una razón de ser: en sus equipos siempre su segunda temporada ha sido mejor. Es cierto que nunca había tenido enfrente un rival tan temible como el Barcelona de Pep Guardiola, pero los datos están ahí y son irrebatibles. En su primer año con el Oporto, ganó la Liga, la Copa y la Supercopa nacional, además de la Copa UEFA. Un año más tarde, repitió en la Liga y logró algo histórico al lograr la Champions, la segunda del club tras la ganada en los años 80.
Después se marchó al Chelsea, donde en su primera temporada ganó la Premier League y la Community Shield; en la siguiente, repitió en la liga y se llevó la Copa de la Liga o Carling Cup. Mismo número de títulos, pero la Carling es mejor que la Community.
En el Inter de Milán, el siguiente grande al que se marchó, ganó la Supercopa nacional y la liga, la Serie A, en su primer año. En el segundo logró el triplete antes mencionado. Ahora, en el Real Madrid, puede cambiar la Copa del Rey por la Liga, un título más importante, ¿y la Champions? Primero tendrá que eliminar al Bayern Múnich, que llegará al Santiago Bernabéu con un 2-1 de ventaja. Si elimina a los alemanes, su vaticinio volverá a cobrar fuerza, muchísima.
