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Sale libre un antiguo preso de Guantánamo acusado de terrorismo en Siria

Sale libre un antiguo preso de Guantánamo acusado de terrorismo en Siria

En una vista en el tribunal penal de Old Bailey en Londres, previa al juicio que debía empezar el lunes, el fiscal Christopher Hehir anunció que, tras revisar el caso y recibir nuevos datos, se ha decidido que «no hay pruebas suficientes para imputarle».


El británico Moazzam Begg, quien estuvo preso en la cárcel de Guantánamo, abandonó este miércoles la prisión británica de Belmarsh después que la fiscalía del Reino Unido retirara los siete cargos que se le imputaban por presuntos delitos de terrorismo relacionados con el conflicto en Siria.

Al salir de la cárcel, Begg, de 45 años, se mostró «muy feliz» por que las acusaciones, que él negaba, hayan sido anuladas y dijo que ahora tenía como prioridad reencontrarse con su familia. Sin embargo hizo hincapié en los que calificó de «fallos del Gobierno (británico) en su política exterior e interior», que «están demonizando a la comunidad musulmana».

«No solo una, sino dos veces en mi caso, el gGobierno británico ha estado involucrado directa o indirectamente en mi detención», manifestó en alusión a su reclusión previa en Guantánamo, donde permaneció recluido entre 2002 y 2005, cuando fue liberado sin cargos.

La Fiscalía británica retiró hoy de forma repentina los siete cargos que había imputado en febrero a Begg por presunta asistencia a un campo de entrenamiento en Siria y financiación de actos de terrorismo en el extranjero.

En una vista en el tribunal penal de Old Bailey en Londres, previa al juicio que debía empezar el lunes, el fiscal Christopher Hehir anunció que, tras revisar el caso y recibir nuevos datos, se ha decidido que «no hay pruebas suficientes para imputarle».

Begg, de origen paquistaní, que en su primera comparecencia judicial en marzo negó las acusaciones, escuchó por vídeoconferencia desde la cárcel cómo el juez dictaminaba la retirada de los cargos y cerraba el proceso en su contra.

Tras el dictamen, Begg ha salido de la prisión londinense, donde pasó los últimos siete meses a la espera de su juicio.

Begg, casado y padre de cuatro hijos, fue arrestado el 25 de febrero en Birminghan (centro de Inglaterra) junto con otros dos hombres y una mujer por presuntamente haber asistido a un campo de entrenamiento en Siria entre 2012 y 2013 y haber facilitado actos de terrorismo en el extranjero.

Concretamente, se le imputaron siete cargos, que incluían «posesión de un artículo para fines conectados con el terrorismo entre 2012 y 2014» -en referencia a «documentos electrónicos»- y la supuesta financiación de actividades terroristas con la donación de un generador en julio de 2013.

El fiscal aseguró hoy que, en el momento de su detención, «se consideró que había suficientes pruebas para conseguir que fuera condenado», si bien esta valoración ha cambiado tras «haberse analizado otro material relevante».

El juez dictaminó que «con la indicación de la Fiscalía de que no presentará pruebas, el veredicto es de no culpabilidad».

Moazzam Begg fue capturado en Pakistán en febrero de 2002 durante las invasiones de Afganistán e Irak, junto con otros sospechosos a los que el Gobierno del entonces presidente estadounidense, George W. Bush, recluyó extrajudicialmente en la base militar de Guantánamo.

Tras su liberación en 2005, Begg ha escrito libros y dado conferencias sobre su experiencia en la base estadounidense, además de crear la organización «Cage», que ayuda a familiares de personas que han sido detenidas sin cargos.

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