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Apuntes acerca de la elección en Francia

Los partidos políticos son los perdedores. Hubo fuerte abstención en la primera vuelta (28.40 por ciento). Ningún candidato alcanza 20 por ciento de los sufragios emitidos. Ninguno alcanza el 14 por ciento de los inscritos.


1. Solo perdedores



Chirac fue reelegido, Francia es perdedora.



Chirac no ganó:
– Es Jospin quien perdió en la primera vuelta.
– Le Pen recibió una paliza, primero en la calle tras la primera vuelta y luego en las urnas en la segunda. Francia no se encuentra amenazada por el peligro fascista.



Los partidos políticos son los perdedores. Hubo fuerte abstención en la primera vuelta (28.40 por ciento). Ningún candidato alcanza 20 por ciento de los sufragios emitidos. Ninguno alcanza el 14 por ciento de los inscritos.







Chirac fue reelecto en la segunda vuelta con alrededor de 82 por ciento de los votos, en condiciones que él representaba un poco menos del 14 por ciento en la primera vuelta (y no había ningún candidato serio de derecha compitiendo en la primera vuelta).



En votos, en la primera vuelta Le Pen no tuvo mas electores que en 1995. No retrocedió, pero tampoco avanzó. Su implantación electoral en el medio obrero (es el primer partido) a expensas del Partido Comunista es antigua y confirmada. No es algo nuevo, no es la característica de esta elección.



El Partido Comunista casi ha desaparecido. Retrocedió esta vez, beneficiando a las formaciones troskistas (Lutte Ouvriere y a la Liga Comunista Revolucionaria) y a las corrientes abstencionistas. Con su hundimiento suena la última clarinada para la izquierda plural.



El concepto, inventado por Lionel Jospin y que le valió contar con una mayoría parlamentaria desde 1997, entró en crisis terminal. Los Verdes, que sólo representan el 3.63 por ciento de los inscritos, pueden reivindicar el segundo lugar en el dispositivo de esta izquierda plural. Esta derrota electoral había sido anunciada por las elecciones municipales de 2001 (París y Lyon fueron las excepciones).



2. Una crisis constitucional



Francia acaba de elegir a la Reina de Inglaterra. Pero si bien esta reina no es popular y no goza de una gran legitimidad, tiene poderes en detrimento del primer ministro. Francia es hoy un país fragilizado al interior, en Europa y a nivel internacional.



Y todo porque los franceses votaron en la primera vuelta como si se tratara de una elección de sistema proporcional. Esta elección ilustra el hecho que nuestra Constitución ya no es la más apropiada. La Francia de 2002, inserta en Europa, no es más la Francia de los años ’60. La cohabitación ya lo había puesto en evidencia. El silencio de Francia frente a los grandes temas internacionales era elocuente. Una derrota de Chirac en las próximas legislativas es altamente probable.



3. El fracaso de Jospin



Mientras Miterrand obtuvo siempre más de 25 por ciento de los votos emitidos en la primera vuelta, Jospin, sin un competidor serio en la izquierda, obtuvo menos del 17 por ciento.



Las causas de la derrota son:
– Una pésima campaña.
– Encuestas de intención de voto que no fueron capaces de prever el riesgo, que no pudieron anticipar el éxito (relativo) de Le Pen. Jospin no lo vio venir, los electores tampoco. Mucha de la gente que se abstuvo o votó por los candidatos chicos lamentó después su voto.
– La candidatura de Taubira (radical de izquierda): la diferencia Le Pen/Jospin representa menos del 30 por ciento de los votos de Taubira. Cuando Miterrand fue candidato, nunca hubo candidatura radical de izquierda.
– La traición de Chevčnement (disidente PS) y la ceguera de los que lo apoyaron.
– El voto a la proporcional de los electores de izquierda. Según la lógica : en la primera vuelta se vota por el candidato preferido, en la segunda se elimina. El resultado es que los electores eliminaron en las dos vueltas a Jospin en la primera y a Le Pen en la segunda. No es lo que deseaban, pero es lo que hicieron. El juego electoral puede volverse peligroso.



Hay una causa mas profunda, sin embargo: la desconexión entre una izquierda gubernamental, que había administrado bien y que era apreciada por ello, y los electores.



La desconexión abarca:
– Una cierta despolitización de los franceses: individualismo que conduce a votar, o a abstenerse, así como se consume. Los jóvenes se dieron cuenta más tarde (considérense las manifestaciones).
– Una clase política encerrada en sus palacios.



Lo más notable es sin duda la desconexión entre la política social efectiva realizada por la izquierda y las expectativas de su electorado:
– Desde 1997 el gobierno multiplicó las medidas de corte social típicas de la izquierda: (1) fiscalidad redistributiva (asignaciones familiares reajustadas, impuesto negativo); (2) Cobertura Médica Universal; (3) 35 horas semanales (pagadas 39 horas); (4) empleos para jóvenes, regresión de la desocupación. Esto no se hizo solamente en detrimento de las clases más ricas, sino también en detrimento de las clases medias acomodadas y de los funcionarios del estado, que conforman el esqueleto electoral del PS.



Nuevas desigualdades, aunque de otro orden, hicieron su aparición y el gobierno no las supo manejar:
– Los contratos a plazo fijo, contratos a tiempo parcial (mal remunerados), inseguridad en el empleo, incluso para los trabajadores pertenecientes a grupos sólidos (despidos por «razones financieras»).
– Inseguridad en los barrios populares.
– Desigualdad en la calidad de los servicios públicos (hospitales, escuelas, transportes) según los barrios populares o acomodados.



Estas nuevas desigualdades afectaron fuertemente al electorado popular, así como a las clases medias inferiores y a los funcionarios del Estado. En la Francia de 2002 hay desigualdades geográficas que no existían en la Francia de los años ’60.



4. Inseguridad y accidente



La derecha supo explotar de manera totalmente demagógica la cuestión de la inseguridad. Jospin no supo salir de la trampa. Nadie vislumbró el beneficio electoral que obtendría Le Pen.



En el fondo, la ausencia de Jospin en la segunda vuelta es un accidente. La reconstrucción de la izquierda después de este accidente no va a ser fácil.

Sin embargo, la izquierda puede ganar las próximas legislativas. Se trata de un escrutinio mayoritario a dos vueltas en el que todo candidato que haya obtenido mas de 12.5 por ciento de los inscritos puede pasar a la segunda vuelta. Si la votación de Le Pen se confirma y la abstención se reduce, habrá centenares de triangulares. Le Pen no elegirá muchos diputados.



Electoralmente, sin considerar la extrema derecha, la derecha es más débil que la izquierda. Y no solamente Chirac no es popular sino que además fue mal elegido. Reina de Inglaterra y enjuiciado por malversaciones.



(*) Académico de la Universidad de París IX



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  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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