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TVN: la banalización sospechosa


Si no fuera por su repetición constante, algunas noticias, entrevistas o programas completos de TVN podrían ser clasificados como anécdotas intrascendentes. Pero a fuerza de repetirse terminan llamando la atención, generando rabia y hasta sospecha.



Pocas veces había estado tan claro, como ahora, que Carlos Menem dirigió una banda de saqueadores que arrasó con todo lo que encontró a su paso durante los diez años que ocupó la Casa Rosada.



La confirmación de la sospecha la acaban de proporcionar las autoridades suizas, las cuales descubrieron una cuenta a nombre de un ex secretario del líder peronista -un palo blanco de su jefe- por 6 millones de dólares en el Banco del Gotardo.



La cuenta se suma a otra descubierta hace poco, también en Suiza, a nombre de la hija de Menem, Zulemita, quien asegura que no tenia idea que era la titular de este fondo fantasma. Por este caso, la Fiscalía trasandina estudia iniciar una acción legal contra el ex presidente por «olvidarse» de declarar estos millones depositados en bancos helvéticos.



Como escribí en un artículo anterior, en Buenos Aires por meses una de las obras teatrales con más taquilla ha sido: «Lo que el Turco se robó». Pese a estas evidencias, nuestra TVN -con señal internacional incluida- no pierde oportunidad para promover esta gran figura, so pretexto de su matrimonio con una ciudadana chilena.



El efecto no es otro que hacer aparecer a Chile y al gobierno que lo dirige como soportes de este señor, quien además busca la reelección.



En efecto, en medio de la peor tragedia que vive Argentina en toda su historia, «Dulcito», responsable en gran medida de la debacle, inició las maniobras para volver a la Casa Rosada acompañado del revival chileno de Evita. Y si bien la reacción de los electores ha sido desde abuchearlo hasta lanzarle monedas a la cara, no se puede descartar que Menem logre su objetivo si decide poner algunos millones de dólares en una campaña electoral marcada por el hambre y la desesperación.



Mientras en Chile se le alaba, medios de comunicación de EEUU y Europa describen el tema de los «secuestros express», que hicieron su reciente aparición en Buenos Aires, como parte de eventuales complots de largo aliento más que de la mera delincuencia espontánea. Hipótesis que, simplemente, no existe para TVN y otros medios chilenos.



¿Qué se busca entonces? ¿Banalizar el delito y la corrupción? ¿Permitir que esta gente use como estrategia sostener que ‘goza de gran apoyo en Chile’? ¿Todo esto es gratis?



Pero esta no es la única gracia del canal que financian todos los contribuyentes chilenos. TVN también suele jugar como quiere con los llamados temas valóricos. Por ejemplo, durante la semana, a pito de nada apareció en el noticiario central la triste figura del cardenal Medina pontificando (lo que en resulta natural en un ciudadano del Estado pontificio) sobre los desnudos de Spencer Tunnick y -Ä„ojo!- sobre la discusión de la Ley de Divorcio en el Parlamento.



¿Qué fuerza oculta -y miserable, por lo mismo- está detrás de esto? ¿Quién se presta para estas maniobrillas de sacristán en TVN?



Me sentí en la necesidad de compartir esta reflexión con los lectores de El Mostrador.cl, pues creo que una de las grandes promesas incumplidas, o falseadas por la Concertación y sus gobiernos, ha sido la de tener medios efectivamente plurales, que no excluyan al mundo laico.



* San José de Costa Rica, 18 de agosto de 2002.



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