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Peligros del fin de semana


PELIGROS DE FIN DE SEMANA



Periódicamente conocemos de casos de violencia juvenil, como aquel que ha tenido amplia cobertura periodística y que se refiere al accidente protagonizado recientemente por jóvenes que participaban de carreras nocturnas de autos en Hijuelas, o ese otro de hace solo algunas semanas, que se produjo en Santiago al interior de una sede universitaria y que dejó a un alumno en estado de coma, víctima de un botellazo en la cabeza.
Las cifras policiales registren cada fin de semana graves accidentes de tránsito o hechos de violencia protagonizados por jóvenes, algunos de ellos con resultado de muertes o de vidas tronchadas para siempre por las secuelas.



Los partes policiales dan cuenta también de cientos de detenidos, principalmente producto de jóvenes consumiendo bebidas alcohólicas en la calle, por conducción bajo los efectos del alcohol o por desórdenes y desmanes en la propiedad privada y pública. Todo esto configura una situación que hasta la fecha ha sido tomada a la ligera por agrupaciones y organismo públicos, que debieran velar por una mejor calidad de vida en la juventud.
Ante esta triste realidad que se vive cada weekend en casi todas las ciudades del país, es preciso tomar medidas prácticas que partan desde el seno del hogar, para poder saber en qué están nuestros jóvenes, es decir, dónde y con quiénes, a fin de tener la tranquilidad que los nuestros están en pasos seguros y, además, para ejercer un control básico sobre nuestros hijos o menores a nuestro cuidado.



Es preciso ahuyentar de nuestra juventud los hábitos de consumir alcohol hasta emborracharse, de tomar en la calles en grupos, o de andar en sitios oscuros con el riesgo de involucrarse en hechos delictivos o ser víctimas de antisociales. Ä„Cuántas veces nos ha tocado presenciar a adolescentes, incluso niños y niñas, a altas horas de la noche caminando solos(as) por las calles o esperando micro y exponiéndose a graves peligros!



En ningún caso se podría pensar que estas son hazañas de los jóvenes de hoy, ya que simplemente se trata de malos hábitos que reducen drásticamente su propia calidad de vida, poniendo en juego su porvenir y su prestigio.



No pretendemos generar una guerra santa, ni menos caer en actos puritanos, sino simplemente velar por una mejor condición de vida para cada miembro de esta sociedad. La idea es que, sobre todo ahora que se aproxima el verano y las vacaciones, el «carrete» de los jóvenes sea alegre y sano y no se transforme en cambio en algo que tronche sus vidas para siempre. En definitiva, cada individuo es responsable por lo que hace, respetando siempre los derechos de los demás y sin alterar la tranquilidad pública.



Creemos que no es mucho pedir un mayor esfuerzo, responsabilidad y sacrificio de los padres en el cuidado de los hijos, para poder terminar con estos repetitivos actos de fin de semana que en su mayoría terminan con un mal rato o una lamentable noticia en alguna comisaría de la ciudad.-



Senador

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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