Hoy se celebra el Día Mundial del Agua y es una ocasión para recordarnos la importancia de este recurso en el desarrollo. El agua potable es un bien precioso y finito, esencial para la vida y el desarrollo humano. En el mundo en desarrollo, la falta de suficiente agua potable y sistemas sanitarios adecuados es una de las principales causas de enfermedades y muertes. Más de 1.200 millones de personas en el mundo carecen de acceso al agua potable y 2.600 millones no tienen servicios sanitarios básicos. Hoy en día, más de 300 millones de personas en África tienen carencias en lo que se refiere al agua potable. Las proyecciones para 2025 indican que la cantidad de personas que vivirá en países con problemas de agua pasará a 3.000 millones. Se espera que alrededor de 400 millones de personas se encuentren viviendo en por lo menos 17 países africanos con escasez de agua para el año 2010. Esta situación amenaza con reducir gravemente la producción de alimentos, la protección del ecosistema y el desarrollo económico.
No podemos permanecer inmóviles ante esta tragedia. Con ocasión de celebrarse el Día Mundial del Agua en 2005, aseguré que la Unión Europea presentaría tres iniciativas para lograr que nuestro compromiso con el desarrollo fuese más efectivo. Lo hemos hecho. En diciembre de 2005, el Consejo de la Unión Europea, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea acordaron el Consenso Europeo sobre Desarrollo, que establece principios y objetivos comunes para las actividades de cooperación al desarrollo de la Comunidad y los Estados Miembros en todos los países en vías de desarrollo, en un espíritu de complementariedad. El Consejo también expresó su compromiso con África y aprobó el documento estratégico «La Unión Europea y África: Hacia una Asociación Estratégica». La UE también acordó aumentar los montos de asistencia al desarrollo de modo de alcanzar niveles de 0,7% del Producto Interno Bruto para el año 2015, con un objetivo intermedio de 0,56% en 2010. Esto proporcionará fondos adicionales de 20.000 millones de euros anuales para 2010 e implica duplicar los gastos en infraestructura: desde las carreteras rurales y el suministro de agua y energía hasta las autopistas regionales y los sistemas integrados de manejo de cuencas hidrográficas.
Con la Iniciativa sobre el Agua, la Unión Europea provee los instrumentos para asociaciones estratégicas en los temas del agua y la sanidad, para mejorar la gobernabilidad y para orientar el manejo de los recursos hídricos hacia los niveles regionales/transfronterizos, nacionales y locales. La Iniciativa sobre el Agua promueve el diálogo político entre socios de los gobiernos nacionales, quienes administran los fondos, y la UE para facilitar a los países mayor acceso a la ayuda oficial al desarrollo a través de políticas nacionales, estrategias y prioridades centradas en los temas del agua y la sanidad. Además, la asistencia a cinco organizaciones africanas de manejo de recursos hidrológicos transfronterizos se adelanta a través de la Iniciativa de la Unión Europea sobre el Agua. De momento, hay en marcha en África 97 proyectos para asegurar el acceso a agua potable por un monto total de 412 millones de euros, con una contribución de la Comisión Europea de 230 millones de euros.
Los objetivos de la Asociación Europa-África en Infraestructura incluyen el uso sustentable de los recursos hidrológicos finitos para satisfacer las necesidades básicas de agua y servicios sanitarios de la población, así como un mejor manejo de cuencas y ríos a nivel nacional y transfronterizo. La dimensión transfronteriza es particularmente importante si se tiene en cuenta que hay alrededor de 60 cuencas hidrológicas internacionales en África y menos de 10 de ellas tienen algún tipo de convenio de cooperación entre los países que las comparten para su administración y desarrollo sustentable. Muchas de esas instituciones enfrentan grandes dificultades, que las hacen incapaces de desarrollar sus plenas potencialidades.
Es necesario que los países ribereños cooperen en el uso de los recursos de ríos compartidos, para reducir la vulnerabilidad ante las sequías, lograr una mejor gestión de las inundaciones, y asegurar más agua, más alimentos y más electricidad, respetando el propio sistema hidrológico. Esto significa la construcción de una fuerte asociación para la acción cooperativa y para futuras inversiones en proyectos diseñados para establecer una visión integrada y amplia del uso y desarrollo de los recursos hidrológicos esenciales para el bienestar de las personas y del ambiente.
La combinación de la Iniciativa sobre el Agua de la UE y la Facilidad en Agua de la UE con los países de África, Caribe y el Pacífico ofrece las bases para el desarrollo de una mayor presencia del factor hídrico en la Asociación para la Infraestructura, anclada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas, que garantice desde el principio un enfoque en las actividades ligadas a los recursos hidrológicos.
La UE es el mayor donante mundial de ayuda al desarrollo en lo que atañe al agua y los servicios sanitarios. Pero esto no es un motivo de orgullo, pues aún es insuficiente. Más bien, esto nos coloca en una posición de especial responsabilidad. Europa unida puede lograrlo.
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Stefano Manservisi. Director General de Desarrollo de la Comisión Europea
