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Los otros números

En materia de participación electoral juvenil Chile entero sale derrotado. Se trata de la elección en la cual el segmento etáreo 18-29 pesa menos desde el retorno de la democracia. Así, mientras en 1988 los jóvenes representaban el 36% del padrón electoral, hoy apenas llegan al 8%.


Por Cristóbal Bellolio*

Las predicciones para este domingo están lanzadas. Un prestigioso diario apuesta a que los partidos de la Concertación en su conjunto alcanzarán un 45% de la votación nacional, mientras la Alianza superaría su performance histórica situándose en 41%. Obviamente esa noche los líderes oficialistas (y desde La Moneda, por supuesto) se apresurarán a destacar que la Concertación sigue siendo mayoría en Chile, propinándole a la «derecha» su 15° derrota consecutiva en 20 años (un plebiscito, cuatro presidenciales, cinco parlamentarias y cuatro municipales), un hecho objetivo difícil de controvertir.

Los líderes de la Alianza, por su parte, destacarán que esta elección no solo es una fotografía del momento, sino que forma parte de una secuencia reveladora: la distancia entre ambas fuerzas se acorta, y mientras la Concertación baja, la Alianza sube respecto de las municipales 2004. Todos se sentirán victoriosos, todos buscarán interpretaciones para reconfortar el ánimo propio y el ciudadano.

Pero hay otros números importantes, y que a diferencia de los anteriores no forman parte de proyección alguna. Son datos que obran en nuestro poder y que reflejan que en materia de participación electoral juvenil Chile entero sale derrotado. Se trata de la elección en la cual el segmento etáreo 18-29 pesa menos desde el retorno de la democracia. Así, mientras en 1988 los jóvenes representaban el 36% del padrón electoral, hoy apenas llegan al 8%.

Dicho de otro modo, así como fueron determinantes para el triunfo del «No», hoy son casi insignificantes en cuanto a su peso decisorio. Dentro del mismo grupo, uno de cada cinco jóvenes está habilitado para votar. Los que quieren hacerlo ahora, entusiasmados por algún candidato en particular, ya no pueden hacerlo. En Chile todavía no existe inscripción automática y para colmo, aquellos que cometen la «imprudencia» de inscribirse, pueden pagar una multa de hasta 110 mil pesos por no concurrir a las urnas el día señalado. El padrón está estancado, se avejenta día tras día, y proporciona una cómoda y mediocre certidumbre a la clase política.

Por su fuera poco, los partidos políticos de las coaliciones tradicionales tampoco confían en los jóvenes a la hora de encomendarles la misión de representarlos en la contienda electoral. En estas municipales, según datos del Instituto Nacional de la Juventud,  apenas un 7% de los candidatos a alcaldes y concejales son menores de 35 años. Menos mal que hicieron el corte en 35 y no en 30, como ocurre en casi todas sus mediciones, porque de lo contrario los resultados serían aun más tristes.  El partido con menos candidatos jóvenes en sus listas es RN, con un escuálido 4,09%, lo que habla muy mal de la tienda política del probable futuro presidente de Chile. Hasta los radicales tienen más jóvenes en competencia (4,77%).

Los sigue de cerca el PDC (5,21%), confirmando que se trata de un partido viejo. En situación intermedia queda el PS (7,76%) y la UDI (8,72%), este último del cual se podría esperar más, dado el fuerte trabajo que realizan en las nuevas generaciones. La honrosa excepción es el PPD, el único que supera los dos dígitos (15% de sus candidatos están bajo los 35 años). En total es la Concertación la que ostenta mejor promedio en esta categoría: 8,12% frente a 6,23% de la Alianza.

Malos números también muestra la oposición en materia de inclusión femenina en las cédulas de votación: Apenas un 15,82% de sus candidatos son mujeres. En cambio, la Concertación llega a un 25,85% de participación femenina en la oferta electoral, especialmente gracias al PS y al PPD, los únicos que aun sin ley de cuotas son capaces de asegurar a las mujeres presencias superiores al 30% en el voto, lo que contrasta con el minúsculo 10% que provee el PDC, por lejos el más pobre en esta categoría.

En síntesis, mientras en promedio un 7,18% de los candidatos tienen menos de 35 años, un 20,84% serán de género femenino. Otra manera de decirlo es que jóvenes y mujeres participarán poco y nada en las próximas elecciones municipales. Y en eso no hay razones para celebrar.

 

 *Cristóbal Bellolio es Director de Estudios de Independientes en Red.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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