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Qué diablos, voy a votar por Frei !!!

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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Volvamos al reto de mi novia. Frei or not Piñera. Esa es la cuestión y la madre del cordero. Y a pesar de que me esforcé en decirle que votaría por Frei, simplemente porque la amo y no me gustaría verla fuera del Gobierno, su respuesta me desarmó.


Por Pablo de la Vega*

El viernes pasado, por teléfono, mí novia me retó por no decidir a quien darle mi voto este 13 de diciembre. Ella es menor que yo,  vivió la dictadura desde el colegio y no tuvo la posibilidad de ser testigo directo de su fin y tampoco de ver el comienzo de la democracia, desde el palco del periodismo.

Cómo, entonces, podía explicarle que soy parte de ese generación de chilenos que hoy bordeamos los 40 a 45 años;  a quienes la «alegría» nos duró exactamente un año, tras darnos cuenta del gran negocio realizado entre los actuales  jerarcas concertacionistas y los representantes de la dictadura que mapeó el actual panorama de las relaciones de poder en nuestro país; y que tuvimos que votar por Aylwin, porque simplemente hacerlo por Büchi era impresentable.

Decirle aquello por teléfono, a alguien que trabaja para el Estado, lo hace con brillantez, y  que además aún cree en la Concertación es difícil, a riesgo de que esa diferencia escale.

El reto de mi novia me quedó dando vueltas en la cabeza hasta la madrugada. Me costaba y aún me cuesta encontrarle alguna gracia a Frei. Tengo la convicción que Piñera no es una alternativa sensata para dirigir mí país. Marquito, bueno, Marquito sólo habla de corrido y, para peor, ni siquiera tenemos a la Gladys para refugiarnos tras su consecuencia y dignidad.

Ciertamente nunca fui y a estas alturas de mi vida tampoco seré comunista, pero refugiarnos tras la Gladys era la única forma que teníamos algunos de restregarle a la Concertación y sus dirigentes la gran estafa de que habíamos sido objeto en la primavera del año 89.

Volvamos al reto de mi novia. Frei or not Piñera. Esa es la cuestión y la madre del cordero. Y a pesar de que me esforcé en decirle que votaría por Frei, simplemente porque la amo y no me gustaría verla fuera del Gobierno, su respuesta me desarmó: ‘por qué no te decides: ¿Frei o Piñera?’

Pues bien, tomando en cuenta que Marquito sólo habla de corrido y que Piñera no way!, votaré por Frei porque:

No quiero que la derecha tenga además del poder económico, cultural, comunicacional, y político de mí país, el poder del Estado.

Creo que quienes luchamos en la calle por el retorno de esta democracia y por el respeto a los Derechos Humanos, sí tenemos y tendremos la superioridad moral para enrostrar a los cómplices de la dictadura que disfrutan del poder y a los que se refugian tras ellos, que no merecen dirigir los destinos de mi país.

Creo que el futuro lo puede encarar una nueva generación de chilenos que ha estado 20 años esperando su turno y no una tribu que cree que el poder se ejerce como en las series gringas del cable.

Creo que la democracia, la justicia social y la solidaridad se anteponen al egoísmo, el individualismo y al consumismo.

Todavía tengo la esperanza de que la Concertación vuelva a creer en el sueño que cientos de miles de jóvenes ochentenos les entregamos con inconciencia. No quiero que Carabineros vuelva a «detener por sospecha».

Creo que un gobierno de derecha sería lo peor. Los buenos tienen que ganarle a los malos

Y porque, mi vida: te amo.

*Pablo de la Vega  es periodista.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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