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La oposición y la sobrevaloración del peso

La indiferencia del Banco Central por el tipo de cambio hace que aumente la corriente vendedora de futuros contra el dólar y con ello la especulación que obtiene utilidades fáciles en el corto plazo. Ambos procesos perversos, pueden combatirse mediante medidas activas del gobierno y las empresas estatales.


Por fin ha sido un economista de la talla de Patricio Arrau quien lo ha dicho con toda claridad en su columna del 18 de Septiembre: “Por el camino que vamos es probable que al cumplir 300 años de independencia sigamos siendo un país exportador de algunos productos primarios de poco valor agregado, tal como ha sido el caso al llegar a los 100 y ahora 200 años de independencia.”

El panorama no puede ser más desastroso. El producto industrial de Chile ha caído por debajo del 10% del PIB.

El llamado Fondo de Innovación para la Competitividad que acumula recursos del llamado “royalty” al cobre por más de US$ 300 millones, no se ha invertido por falta de interés o falta de claridad en sus objetivos.

El ex senador Fernando Flores nombrado como cabeza ejecutiva de ese Fondo, y que fue antecedido por Nicolás Eyzaguirre y Eduardo Bitrán, parece estar en el extranjero sin dar señales de vida.

[cita]El nuevo vicepresidente ejecutivo de CORFO, Sr. Hernán Cheyre, anunció la revisión de los 90 programas de apoyo al Fomento y Desarrollo pues o nunca fueron evaluados en sus resultados o porque hasta la mitad de los recursos se quedan en manos de intermediarios.[/cita]

El nuevo vicepresidente ejecutivo de CORFO, Sr. Hernán Cheyre, anunció la revisión de los 90 programas de apoyo al Fomento y Desarrollo pues o nunca fueron evaluados en sus resultados o porque hasta la mitad de los recursos se quedan en manos de intermediarios. La política de Investigación y Desarrollo (I+D) es un fracaso desde cualquier punto de vista que se mire y los organismos internacionales señalan como ese fracaso hunde las calificaciones de Chile en competitividad.

Lo más serio y contundente es que la oposición de centro izquierda no da opiniones sobre el tema, como si estuviera convencida que no es tema, sino que hay que dejar que las leyes del mercado decidan las orientaciones económicas al margen de las ideas políticas. Los economistas de izquierda, incluidos los socialistas, tienen una especie de vergüenza para expresar opiniones, a pesar que ya no ocupan cargos en el gobierno.
Un gobierno de izquierda, actuando dentro de la plena ortodoxia capitalista, podría cambiar el rumbo y crear las bases para una reindustrialización de Chile. Para ello debe romper el círculo perverso que hace que mientras menos pesos vale el dólar, más dólares debe vender la industria exportadora en el mercado libre para pagar sus salarios. Mientras más suba el Banco Central su tasa de instancia, mayor será el flujo de dólares que llegará a nuestra economía aprovechando la diferencia de tasas de interés.

La indiferencia del Banco Central por el tipo de cambio hace que aumente la corriente vendedora de futuros contra el dólar y con ello la especulación que obtiene utilidades fáciles en el corto plazo. Ambos procesos perversos, pueden combatirse mediante medidas activas del gobierno y las empresas estatales.

La primera medida sería declarar que el gobierno defenderá una banda del dólar situada alrededor de $550 por dólar y que cualquier cambio hacia arriba o hacia abajo de ese valor será combatido por compras o ventas del gobierno en sentido contrario. Desanimar las especulaciones y asegurar un valor estable para las exportaciones es básico para el crecimiento de las actividades productoras.

Si el Banco Central autónomo continúa llevado por su ceguera de sólo considerar la inflación anual como variable de sus preocupaciones, sin darle importancia al crecimiento o al empleo, obligará al Ministerio de Hacienda y las empresas estatales a actuar por si solos, con una política agresiva que desincentive la especulación . Japón ha dado recién el ejemplo de cómo combatir a los especuladores al comprar masivamente dólares revertiendo su baja de precio ante el yen.

Además Chile puede sin cambiar grandemente su tributación y aprovechando el gran interés por obtener derechos de explotación de minerales de cobre, hierro, litio, molibdeno, oro y plata, poner condiciones adicionales para su explotación. Es decir vincular las nuevas inversiones a una inversión adicional en sectores industriales vinculados a la minería y la energía.

Ese procedimiento usado anteriormente por Chile para sus adquisiciones militares (programas de compensación del gasto) puede y debe aplicarse hacia el futuro para las nuevas inversiones mineras. Incluso puede señalarse que entre los proyectos industriales emblemáticos y de rentabilidad asegurada están la fabricación de baterías de ion litio para automóviles, la fabricación en Chile de los molinos eólicos y sus accesorios de generación eléctrica y el equipo pesado para faenas mineras. La ubicación de plantas industriales modernas en zonas deprimidas, daría origen al nuevo proceso de industrialización chileno.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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