Publicidad

40 años no es nada

Montserrat Nicolás
Por : Montserrat Nicolás Autora del blog Curvas Políticas.
Ver Más


En menos de un año se logró la titánica tarea de nacionalizar un recurso estratégico para Chile. Asimismo, en menos de un año, ahora por un gobierno distinto se cumple la privatización plena de otro recurso estratégico para el país.

Ante la eterna necesidad de usar la meritocracia, vale recordar estos dos hitos para evaluar que tan eficientes han sido dos gobiernos chilenos tan radicalmente opuestos.

Algunos dirán que 40 años no es nada. Otros dirán, con poca destreza mental, que las ideologías no importan y que ya no es cosa de ‘izquierda’ o ‘derecha’ sino de ‘pasado’ y ‘futuro’. No es raro. Ocurre que la comodidad del centro engorda y se hace dificil los movimientos de caderas. Y ocurre que poco o nada quieren estos eñores que la ciudadanía sepa sobre la Historia.

Aunque el tema de la nacionalización del cobre se entienda ‘material’, el 11 de julio de 1971 Allende precisa de que se trata. Indica que con su gobierno, ya no se quiere ser «un país en vías de desarrollo que exporte capitales; no queremos seguir vendiendo barato y comprando caro.»

Entre las tres medidas esenciales del programa de la UP: nacionalizar las minas, determinar en qué estado estában y aumentar racionalmente la producción, el proyecto de nacionalización fue el primer proyecto enviado al Congreso Nacional.

«Unos sostenían que bastaba una ley. Nosotros dijimos que no, que era preciso una reforma constitucional» porque «era la única manera de deshacer la maraña jurídico-económica que nos amarraba con las empresas, terminar con los llamados contratos-leyes, los convenios y la chilenización, y la nacionalización pactada.»

Eso fue en 1971.

En cambio, en 2003 la responsabilidad del Estado de mantener 35% en las empresas sanitarias, fue eliminado con el plumazo de Lagos lo cual hace que hoy el gobierno de Piñera pueda deshacerse del agua de Chile (ventas de las acciones en Aguas Andinas et al).

Piñera alega que la privatización plena del agua es un tema de ‘capital’ (la necesidad de contar con recursos para reinvertir). Sin embargo, para neuronas más simples, está claro que se trata de una materia fundamental para el país y aún más importante, para todo@s l@s que habitan en Chile. Sin agua no sobrevivimos. Y con agua contaminada, no vivimos.

Si agregamos el #fakeroyalty que mantiene el cobre y otros minerales en manos privadas sin pagar nada por ello y el hecho que Piñera y sequito no tuvo mayor problema en el Congreso para lograrlo, no debe extrañarle a nadie que la ciudadanía o el peatón de pie circule indignad@.

‘Compramos’ caro lo que ya es de tod@s (la nacionalización) porque es una medida de izquierda y ‘venden’ barato lo que no es de ellos (la plena privatización) porque es una medida de derecha.

Que ahora vengan a decir que esto es un tema de ‘atrás’ o ‘adelante’ es risible cuando no, ridículo.

A nadie le gusta ser tomado por idiota y menos en una transacción básica. Seguimos comprando caro y vendiéndonos barato. Pero ya se sabe, es cosa de nombrar el precio de cada uno, la sabiduría del buen consumidor.

De ahí, que se exiga una nueva constitución, una que termine con la maraña jurídico-económica que nos amarra con las empresas…

Publicidad

Tendencias